El rey león ruge para personas con autismo
Niños, jóvenes y adultos que viven con esta condición o con alguna sensibilidad sensorial disfrutaron de la magia del musical, gracias a que se realizaron ligeros cambios en la producción
Eduardo Gutiérrez Segura/México
Gilberto Argote tiene 20 años y vive en condición de autismo, por eso cuando su mamá, Jenny Ríos, se enteró de que la asociación civil Iluminemos de Azul logró una colaboración con Ocesa para ofrecer una función amigable de El rey león para él y personas con alguna sensibilidad sensorial, no dudó y empacó maletas para estar presentes.
Gilberto, acompañado de Jenny y su abuelita, llegó sonriente al Teatro Telcel; para lograrlo se preparó días antes, lo mismo para la experiencia de viajar desde Guanajuato a la Ciudad de México, así como para saber que estaría en un lugar público en el que disfrutaría de una puesta en escena.
Madre e hijo utilizaron el método Teacch (abreviación en inglés de Tratamiento y Educación de Niños con Autismo y Problemas de Comunicación Relacionados) con el propósito de que el joven pudiera disfrutar al máximo el montaje ideado por Julie Taymor.
“Le enseñamos las fotos del teatro, nos metimos a internet, incluso la referencia del (museo) Soumaya. Le dije que está el Turibus, que es un vehículo que le encanta; con esos reforzadores positivos sabe que va a venir a algo bonito y aquí estamos listos. Le gusta mucho el espectáculo”, contó Ríos a ¡hey!
Así como este joven, llegaron varios niños, uno de ellos incluso acompañado de un perrito de Bocalán México, que lo ayudó en su integración social en este entorno nuevo y diferente. Javier Martínez y su mamá Maribel José Narro y sus nietos. El musical cumplió su cometido. Padilla se trasladaron desde Ciudad Satélite, por invitación de Fundación Autismax IAP; la asistencia al niño incluyó que supiera que tomaría el transporte público.
“Hice un dibujo del león y mi mamá me va a comprar un chango cuando me porte bien”, compartió visiblemente emocionado Javier, que acudió al lado de su terapeuta, Patricia Flores. Ella preparó al chico, por medio de trazos, para que estuviera consciente de la actividad que viviría.
El secretario de Salud, José Narro, también acudió con sus nietos a la función amigable en la que la producción evitó las luces estroboscópicas, vendió el 75 por ciento de las butacas, no oscureció la sala por completo y bajó el volumen del audio. El funcionario federal aplaudió la iniciativa encabezada por Federico González Compeán, de Ocesa, y Gerardo Gaya, de Iluminemos de Azul.
“Me parce que una organización, como esta que ha convocado, hace una tarea extraordinaria. Lo que tenemos que hacer todos es saber que hay personas distintas, que todos tenemos derechos y estoy feliz de acompañar a una cusa tan justa como la de las familias, niños, jóvenes y adultos que están en esa condición”, expresó Narro.
La función transcurrió con calma, pero nunca hubo silencio, ocasionalmente sonoras risas, algunos grititos o llantos acompañaban la interpretación de los actores en escena. Varios pequeños se levantaban de su butaca, pero la gran mayoría permanecía atenta a lo que acontecía en el escenario con sus coloridos vestuarios y música de ensueño.
La producción evitó las luces estroboscópicas y disminuyó el volumen del audio en la sala