La vida es una tómbola
Gil está de plácemes. Lino Korrodi, motor de los Amigos de Fox en el 2000, firmó el acuerdo de unidad que promueve Liópez. En Tamaulipas fue presentado como “un empresario preocupado por la pobreza y la desigualdad en México y por impulsar el cambio democ
La vieja certeza se repite: Gil vive en un mundo alucinado. La noticia ha sido Manuel Bartlett. Usted recodará: secretario de Gobernación y de Educación y gobernador de Puebla del presidente Salinas, o como se diga. Autor intelectual de “la caída del sistema en las elecciones de 1988” que toda la izquierda mexicana, no sin razón, deploró como un fraude o un intento muy serio de fraude electoral. Este político mexicano empleado de Carlos Salinas renunció a su alma mater, el PRI, y se adhirió a las filas de Partido del Trabajo, ese instituto en el cual sus dirigentes (es un decir) admiran al líder norcoreano Kim Il-sung y a toda su descendencia y a la revolución bolivariana de Chávez y Maduro. Liópez le perdonó su pasado a Bartlett, el periódico La Jornada, principal escenario de las denuncias del fraude, lo considera un compañero de ruta. Como lo oyen: Bartlett milita en la izquierda, esa izquierda.
Como Gamés, Bartlett habla de sí mismo en tercera persona. Cuenta lo que ocurrió el 2 de julio de 1988 como si él fuera un historiador y no un actor central de esa noche al menos sospechosa. Cuauhtémoc Cárdenas lo ha llamado a cuentas y Bartlett ha contestado en su periódico Reforma en una entrevista. Que si se suspendió el conteo aquel día de hace 29 años por órdenes de Miguel de la Madrid, que si Bartlett no tiró el sistema, que si había una información paralela. Una cosa es cierta: la izquierda de Liópez ha querido olvidar a quien muy probablemente fue el agente activo de un fraude electoral que le quitó al candidato de la izquierda la seria posibilidad de llegar a la Presidencia del país. ¿Cómo la ven? Sin albur.
Lino
Gil está de plácemes. Lino Korrodi, motor de los Amigos de Fox en el año 2000 en la coordinación de la campaña de Vicente Fox, firmó el acuerdo de unidad que promueve Liópez. Allá en Tamaulipas, Korrodi fue presentado (ah, un participio pasado) como “un empresario preocupado por la pobreza y la desigualdad en México y por impulsar el cambio democrático en el país”. Después de firmar el documento, en un acto al que nada le faltó para convertirse en una purificación, Korrodi abrazó a Liópez. Las notas no informan si cayó de rodillas ante la bondad del líder máximo de Morena.
Gil no sabe qué pensar, o sí: el recaudador de fondos para la campaña de Fox incurrió en diversas ilegalidades y transas para financiar la campaña de Fox. El Instituto Federal Electoral investigó, detectó los dineros ilegales y multó a la alianza que encabezaba el PAN con más de 500 millones de pesos, la segunda más grande la historia, solo superada por los mil millones con que el IFE multó al PRI por el Pemexgate. Morena ha incorporado a esa joyita a su partido, Korrodi y sus trapacerías forman ya parte del partido de Liópez. Felicidades. No se diga más. Solo algo: Morena se ha convertido en un puchero pútrido que recoge de todo en el camino para hacer el caldo. En fon.
Sorteos
Gamés lo había olvidado, los candidatos de Morena se sortean. Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional, explicó que Morena llevará a cabo el método de la tómbola para integrar las listas de candidatos a diputados plurinominales con nombres de ciudadanos. El partido garantiza que 50 por ciento de las candidaturas uninominales se reservará para ciudadanos postulados por el CEN. Caracho con la tómbola. Cantemos con Marisol: la vida es un tómbola-tóm-tóm-tómbola-de luz y de color. En la tómbola del mundo yo he tenido mucha suerte porque todo mi cariño, a tu número juguéee. Ay, caracho, candidatos sorteados, a eso se le llama democracia y no pedazos. En fon.
Dos memes
Gil encontró dos memes en la red de redes, o como se llame. El primero: “Estoy intentando hacer amigos fuera de Facebook. Voy por la calle contándole a la gente lo que he comido, la fecha de mi cumpleaños, de qué humor estoy, escucho conversaciones ajenas y les grito: ¡me gusta! Hasta el momento me siguen tres personas: dos policías y una psiquiatra”.
El segundo: —¿A qué te dedicas? —Soy critico de cine, tv, literatura, analista geopolítico, activista y comentarista deportivo. —¿Tuitero? —Exacto.