A discusión hoy, la necesidad de regular el cannabidiol
El jefe de Neurología Pediátrica del Hospital Infantil explica que ha resultado exitoso, pero hay riesgo de que se emplee sin considerar efectos secundarios
El uso de aceites derivados de la mariguana en niños con epilepsia refractaria ha sido positivo, afirmó Eduardo Barragán Pérez, jefe de Departamento de Neurología Pediátrica del Hospital Infantil de México Federico Gómez; sin embargo, alertó que deben regularse esas sustancias porque hay un riesgo al no conocer todos sus efectos.
El cannabidiol, explicó, se suma a los tratamientos que hay para enfermedades neurológicas, porque a pesar de los avances “todavía hay nichos de enfermedades que no podemos controlar o regular con los medicamentos que tenemos”.
Barragán Pérez, que debatirá hoy sobre el uso del cannabidiol en el Foro Salud organizado por MILENIO, expuso que se empezó a emplear en pacientes con epilepsia refractaria que, a pesar de haber utilizado más de tres fármacos antiepilépticos, no controlaban sus crisis. “Después de varios medicamentos con la adhesión del aceite muchos han logrado tener una respuesta bastante favorable”, dijo.
No obstante, advirtió que existe “el riesgo de que se empiece a utilizar aceites de origen desconocido y que de repente la gente pueda pensar que, por ser una planta medicinal, no tiene efectos secundarios importantes. Es trascendente decir que seguimos en proceso de estudios”.
Bajo vigilancia
El experto señaló que “actualmente hay familias desesperadas con hijos con epilepsia refractaria y les dicen: ‘no te preocupes, quítale todos los medicamentos y dale este aceite que es natural y no va a producir efectos’. Desafortunadamente hemos tenido niños en los que se han descontrolado las crisis o que han tenido efectos secundarios muy severos, por eso es bien importante informar que el hecho de ser un producto de una planta medicinal no significa que esté libre de efectos secundarios y que es un medicamento que hay que utilizar con cuidado y bajo vigilancia”, agregó.
Este año se estableció en el Hospital Infantil un protocolo de estudio en pacientes con epilepsia refractaria que obtuvo muy buenos resultados. “También hemos empezado a utilizarlo con pacientes con enfermedades infantiles muy severas”, explicó.
Por ello, el especialista subrayó que se requiere “una nueva regulación en la materia para que, como cualquier medicamento que llega a México, esté controlado a través de la Cofepris para la producción y los puntos de venta. Todo esto debe estar regulado por la Secretaría de Salud para que finalmente sea un fármaco que pueda ser conseguido fácilmente y tenga indicaciones precisas para su utilización”.
Estudios pendientes
Después de la legalización de estos aceites, en México ya hay un fenómeno de estudio médico que va en tres líneas. La primera es la discusión en foros de especialistas en neurología. Otra consiste en tratar de investigar cuáles son los puntos donde funciona el fármaco en el sistema nervioso central.
La tercera es iniciar cursos de capacitación para los médicos generales, que son cerca de 800 mil en México, a fin de explicarles cómo funciona el derivado de la mariguana, además de los beneficios, las enfermedades para las que sirve, los efectos secundarios que se pueden observar y lo que se tiene que vigilar.
Barragán Pérez opinó que también se necesita hacer campañas informativas para alertar a la población de que el fármaco “tiene que ser dado bajo indicación médica, que no es un medicamento de uso libre que se puede utilizar nada más porque la vecina lo dice. Que entiendan dónde hay que conseguir los aceites que tienen las bases científicas y están hechos de manera adecuada. Para eso deben acercarse a sus médicos, para informarse acerca de los usos y precauciones”.
El especialista concluyó que, a pesar de que ha sido efectivo, el cannabidiol “no es la panacea, no va a curar a todos nuestros pacientes, pero habrá un porcentaje importante de afectados, como lo estamos observando, que están respondiendo favorablemente a este tratamiento. En México entre 2 y 3 por ciento de la población tiene epilepsia, entonces, el porcentaje de la población que se puede beneficiar es considerable”.