Ejército frustra ataque a cuartel venezolano
El intento de toma en una base de la ciudad de Valencia dejó dos muertos y ocho detenidos; ciudadanos levantaron barricadas en apoyo a la revuelta
SAgencias/Caracas obrevuelo de helicópteros, barricadas, tanquetas, detonaciones: la tensión se apoderó de la ciudad venezolana de Valencia (norte), donde el gobierno denunció que fue atacada ayer una base militar, con saldo de dos muertos y ocho detenidos.
Según el presidente Nicolás Maduro, una veintena de hombres, entre ellos un ex militar, irrumpió en la madrugada de ayer en el fuerte Paramacay y se dirigió al parque de armas, de donde sustrajo material bélico.
Dos asaltantes murieron, mientras ocho fueron detenidos, precisó Maduro, quien dijo que en el destacamento hubo “combates” durante unas tres horas, tras los cuales los militares “hicieron huir a los atacantes” restantes, que están siendo buscados, agregó. “Yo estuve al frente de la dirección como comandante en jefe” de la fuerza armada, sostuvo en su programa semanal de televisión, en el que lució distendido.
Según informaron a Efe fuentes militares, una parte de los asaltantes consiguió huir con un centenar de fusiles y varios lanzagranadas que hasta el momento no han podido ser recuperados. Uno de los capturados es un teniente que desertó hace varios meses y está “colaborando activamente”, y los demás son civiles, detalló el mandatario, que ordenó reforzar la seguridad e inteligencia en todas las unidades militares. “Hace una semana les ganamos con votos, y hoy hubo que ganarle con balas al terrorismo”, afirmó el presidente, aludiendo a las elecciones de su poderosa Asamblea Constituyente. Maduro negó que fuera una “rebelión” militar y remarcó que se trató de un “ataque terrorista”, según él, financiado desde Bogotá y Miami. “Toda Venezuela ha estado en paz, hay un incidente allá que lo atendimos bien”, afirmó el gobernante.
Sin embargo, en Valencia (180 km al oeste de Caracas) la situación fue tensa. Los alrededores de la base, sede de la 41 brigada En un video en redes sociales Juan Caguaripano (centro) se declaró en rebeldía en un cuartel de Valencia. El ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Ricardo Luna, anunció que 14 cancilleres latinoamericanos se reunirán el martes en Lima para analizar la crisis que vive Venezuela.
“Asisten los cancilleres de los cuatro países de la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, México y Perú), tres del Mercosur, que son Argentina, Brasil y Paraguay, posiblemente venga Uruguay. También vienen de Costa Rica, Guatemala, Honduras, Canadá, Jamaica, Santa Lucía y Barbados. Son catorce países en total”, dijo Luna en declaraciones publicadas este domingo en la prensa.
Los ministros evaluarán la situación en Venezuela tras las elecciones para conformar una Asamblea Constituyente, dijo. “Probablemente emitiremos un comunicado en la cual diríamos que hay que revertir del ejército, fueron sobrevolados por helicópteros y custodiados por uniformados en tanquetas y con armas largas. Tras el incidente, decenas de personas levantaron barricadas en las cercanías de esa ciudad, donde pusieron troncos de árboles y quemaron basura, desatándose choques con militares de la Guardia Nacional que las dispersaron con gases lacrimógenos y perdigones. Más temprano, el ministro de Defensa, Vladimir y deshacer la Asamblea Constituyente y restituir el poder de la Asamblea” legislativa, indicó Luna, que consideró que Venezuela está pasando por “un proceso trágico”.
Agregó que el grupo de cancilleres se convertirá “en un mecanismo de seguimiento”. El canciller manifestó que una siguiente reunión se realizaría la tercera semana de setiembre en la ciudad de Nueva York en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas.
El presidente de Brasil, Michel Temer, afirmó este domingo que después de la suspensión de Venezuela del Mercosur, el bloque espera que el país caribeño “vuelva a la democracia” para recibirlo de vuelta “de brazos abiertos”. Padrino, aseguró que fue un ataque de “tipo paramilitar”, según un comunicado que firmó ante una cámara junto a otros mandos y con su habitual consigna: “¡Chávez vive, la lucha sigue!”.
Sin embargo, restó importancia al hecho, indicando que no fue “más que un show propagandístico” de la “extrema derecha”, como Maduro llama a la oposición. El ministro reiteró el “apoyo incondicional” de la fuerza armada al AFP/Lima mandatario, enfrentado desde hace cuatro meses a protestas que dejan 125 muertos y exigen su salida del poder.
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) destacó en un comunicado que “la crisis (...) se manifestó expresa y públicamente en los cuarteles de nuestra fuerza armada”, al tiempo que el presidente del Parlamento, Julio Borges, exigió al gobierno la “verdad” sobre este hecho y abste- nerse de una “cacería de brujas”.
Maduro, que pidió la “pena máxima” para los atacantes en el juicio que ya inició, denuncia con frecuencia planes de golpe de Estado de sus oponentes políticos, apoyados por Estados Unidos. El incidente se conoció luego de la difusión en redes sociales y varios medios de un video grabado supuestamente en la 41 brigada, en el que un hombre que se presenta como el capitán Juan Caguaripano se declara en “rebeldía” contra Maduro y exige un “gobierno de transición”. “Nos declaramos en legítima rebeldía (...) para desconocer la tiranía asesina de Nicolás Maduro. Aclaramos que esto no es un golpe de Estado, esta es una acción cívica y militar para restablecer el orden constitucional”, afirma el hombre junto a unas quince personas vestidas de camuflaje, algunas armadas. La Fuerza Armada es el principal sostén de Maduro, quien le ha otorgado gran poder político y militar.
Juan Caguaripano fue apartado de la Guardia Nacional (policía militarizada) en 2014 por renegar en un video de la revolución bolivariana y denunciar “la violación de la soberanía nacional” por parte de “agentes cubanos y grupos narcoterroristas extranjeros” en “la administración pública y militar”. Desde entonces, había permanecido en la clandestinidad —según las fuerzas armadas venezolanas recibió protección en Miami— y ha sido implicado por el gobierno en un plan golpista que planeaba en 2015 el asesinato de Maduro.
Su caso es similar al de Óscar Pérez, el piloto del helicóptero del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, policía y actor, que atacó al Tribunal Supremo y al Ministerio del Interior con disparos y el lanzamiento de una granada el pasado 27 de junio, y al que el gobierno de Venezuela acusa de estar “alzado en armas” en una “escalada golpista”.