Real del Monte, el pueblo de los pastes y su encanto extranjero
Este pueblo mágico es el más conocido por su misticismo único
su relación directa con el platillo tradicional de la región: los pastes, cuya fama ha alcanzado otras latitudes y la cuna de este alimento es el principal atractivo para los visitantes.
Aunque regularmente el clima es similar al de Inglaterra, con frío y brisa en un cielo abierto, el fin de semana el sol ha derrotado a las nubes.
El pueblo de los pastes como lo conocen algunos foráneos es tan famoso que vienen turistas de otros países como norteamericanos, argentinos, españoles y los ingleses que quieren conocer el legado de sus antepasados en el peculiar pueblo que fue prácticamente colonizado por la corona británica en el Siglo XIX.
Los fines de semana son los días en los que el pueblo luce más vivo, todo el centro está lleno de gente y en los pasillos de los portales es imposible caminar libremente. Familias enteras caminan por el lugar mientras que otros se forman en los restaurantes de pastes que están llenos y tienen largas filas de gente esperando comer esta peculiar empanada.
Otros prefieren conocer la historia minera del pueblo y los recorridos por las minas en los camiones de turismo del ayuntamiento están completamente llenos, la gente se maravilla de la tranquilidad del pueblo y algunos aprovechan para tomarse selfies para publicarlo en Los fines de semana este lugar minero luce más vivo. sus redes sociales y recordar su visita a uno de los pueblos más entrañables de Hidalgo. “Los fines de semana son nuestro agosto”, dice una vendedora de artesanías. En Hidalgo hay cinco pueblos mágicos, pero Real del Monte es el más conocido, por su cercanía con Pachuca y el misticismo que encierra una localidad construida por la ambición de los europeos de extraer la mayor cantidad de plata e incluso los restos de sus primeros conquistadores yacen en el conocido panteón inglés.