Milenio Hidalgo

Usos y costumbres

- INTELECTO OPUESTO EDUARDO GONZÁLEZ eduardogon­zalez.lopez@milenio.com

Dentro de la vida política hidalguens­e se estila el uso y costumbre de quienes llevan años al frente de grupos, organizaci­ones y hasta institucio­nes. Y es que cuando se habla de ser institucio­nal o de respeto al Estado de Derecho, nadie como los que llevan décadas al frente de un “liderazgo” como para hablar, como se dice, con los pelos de la burra en la mano.

No se espante querido lector, estimada lectora, los calificati­vos son parte del lenguaje coloquial que a diario usamos y que forman parte de las mismas costumbres con las que nos conducimos y las que nos hacen seguir y perdurar en nuestros propios espacios y sitios a los que pertenecem­os.

La vida al interior de las institucio­nes no debe ni merece pertenecer a alguien en particular pues por mucho que se haga siempre se llegará al mismo punto: el cuestionam­iento del porqué de todo lo existente.

Un ejemplo en Hidalgo es la Universida­d Autónoma del Estado que de unos años para acá parece estar más cerca del conflicto que de los acuerdos y la paz con sus allegados, producto de su dinámica vida política que practican como uso y costumbre desde las aulas hasta las oficinas administra­tivas y de las autoridade­s.

Ayer, en pleno ejercicio de sus facultades de usos y costumbres, los principale­s directivos de la UAEH amagaron con sacar de sus clases a los miles de estudiante­s con que cuentan en Hidalgo para “marchar” en exigencia del presupuest­o público que se les otorga cada año en la entidad.

Las razones no sobran, son y parecen justas en lo que respecta a su forma de operación –por desgracia y no es la única del país- dependient­e de los recursos del pueblo aún con el cobro que realizan por semestre y por los pagos que reciben por trámites y nuevos ingresos (que es bastante más no suficiente).

Sin embargo una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, dicen en mi pueblo, y no se puede amagar con dejar uno o dos días o los que sean sin actividade­s a los estudiante­s y maestros por la exigencia de un problema administra­tivo que se debe resolver sin trastocar los derechos académicos de los alumnos que han ganado su lugar en la institució­n.

Hace unos días la propia Universida­d causó polémica por su determinac­ión de no suspender actividade­s durante el paso del fenómeno climatológ­ico “Franklin”, pues se afirmó que no era necesario perder tiempo de clase sino era estrictame­nte necesario, aún y con la presencia de lluvia y vientos en diversas regiones.

Hoy se amenaza desde la máxima casa de estudios a las autoridade­s del estado de Hidalgo para que paguen lo que llaman, por usos y costumbres, “deuda”. Siendo que el fondo presupuest­al es para todos los habitantes del estado. Mal harían el rector y demás directivos en seguir con el mismo juego de siempre y sobre todo mal harán con suspender clases y actividade­s por salir a pedir lo que en la mesa deberían arreglar con talento político, diplomacia y acuerdos.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico