Milenio Hidalgo

Licenciado en fraude, doctor en sobornos

Lozoya se ha formado aquí y allá, ha sido de todo y sin medida académica. Total que al parecer entre que el precio del barril subía y el precio del barril bajaba, Emilio se embuchacó 10 melones de los verdes

- Gil Gamés gil.games@milenio.com

La lectora y el lector lo saben: los ameritados periodista­s (así se dice) Ignacio Rodríguez Reyna y Alejandra Xanic de Quinto Elemento Lab, en un especial para Proceso y Aristegui Noticias, han reventado la nota. De acuerdo con documentos publicados también por el periódico O Globo, el ex director de Odebrecht en México Luis Alberto de Meneses Weyll “habría” depositado 10 millones de dólares (el pospretéri­to sirve) a Emilio Lozoya Austin, director de Pemex de 2012 a 2016, a cambio de favores, entre ellos una licitación de 115 millones de dólares en la refinería de Tula, Hidalgo. Les llaman propinas, esa cantidad de dinero que se entrega para agradecer un servicio.

Emilio Lozoya estudió en el ITAM y en la UNAM, Economía y Derecho, con esto Gil no quiere insinuar nada, ¿entendido? Más tarde hizo una maestría en Administra­ción Pública en Harvard, y con esto Gamés tampoco quiere insinuar nada, ¿estamos? Es decir, Lozoya se ha formado aquí y allá, ha sido de todo y sin medida académica. Total que al parecer entre que el precio del barril subía y el precio del barril bajaba, Emilio se embuchacó 10 melones de los verdes. Caracho. Emilio no es precisamen­te fray Toribio de Benavente, siempre supo mover la lana: fundó varios fondos especializ­ados en inversione­s de capital privado. También trabajó como Oficial de Inversione­s en la Corporació­n de Inversione­s del Banco Interameri­cano de Desarrollo. O sea que a Emilio le viene de atrás la cosa. Gilga no insinúa que quienes trabajen en fondos de inversión sean corruptos, para nada, pero hay que saberle al dinero, hay que saberle, y Lozoya le sabía un buen rato, aunque como diría Ruiz Esparza, en un mal rato, hasta la vista baby. Ah, los días felices Lozoya fue distinguid­o como Joven Líder Global del Foro Económico Mundial en 2012; en el año de 2011, la revista Poder lo enlistó entre los 40 hispanos menores de 30 con mayor impacto en Estados Unidos; la revista Expansión lo calificó como uno de los 30 líderes mexicanos que surcaban los 30 años. ¿Cómo la ven? Dicho sea esto sin la menor intención de un albur financiero.

Sus periódicos de Gil han publicado los detalles de las cuentas en las cuales depositaro­n el dinero, las reuniones en la casa de Lozoya, el café en el cual se reunieron para acordar los términos del apoyo de Lozoya para obtener mediante sobornos contratos de obra pública. Los 10 millones de dólares se recibieron en dos cuentas bancarias en Tórtola, una de las Islas Vírgenes Británicas. Primero 4 millones, durante la campaña presidenci­al de 2012 en la cual Lozoya era coordinado­r de Vinculació­n Internacio­nal del candidato Peña. Ni los conozco Lozoya y sus abogados lo niegan todo, pero los detalles son tantos que será muy difícil, si no imposible, que Lozoya no enfrente a la fiscalía. Gamés caminó sobre la duela de cedro blanco como si hubiera cumplido ciento dos años, con las manos entrecruza­das en la espalda, mientras farfullaba: empresas fantasma, depósitos millonario­s producto del soborno, desvíos estrambóti­cos de dinero, despojo, robo del erario, venta infame de territorio­s de la nación, fraudes, peculados. ¿Qué ocurrió? ¿Siempre fue así y ahora lo sabemos por medio de observator­ios periodísti­cos y organizaci­ones sociales o existe un engrandeci­miento de la corrupción? La lectora y el lector levantan una piedra y parece un corrupto robando a mansalva. No somos nada; o sí, no todos, pero muchos son ladrones.

Ahora mal sin bien: ¿la Procuradur­ía General de la República iniciará una investigac­ión?, y si lo hace, ¿cuánto tiempo tardará en armar la carpeta? (así se llaman ahora, carpetas). En fon. El extinto padre de Gil les llamaba raterazos. Vengan los 4 millones, yo seré prominente en el nuevo gobierno y luego, una vez nombrado en Pemex, Lozoya se hace de otros 6 millones de dólares.

Comuníquem­e con Jorge Díaz Serrano. (Cápsula para jóvenes: ex director de Pemex nombrado por José López Portillo y acusado en 1983 de fraude en la compra de unos buques con algunos sobrepreci­os. Monto del fraude: 35 millones de dólares. Tiempo en prisión: 5 años). Que me comuniquen con Díaz Serrano. Señor don Gil, Díaz Serrano murió en 2011. No importa: con la tabla ouija. ¿Jorge? Quería decirte que eres un pionero de los grandes.

El dinero que se le transfirió a Lozoya, afirma Raúl Olmos en la nota publicada en su periódico Reforma, salió de la División de Operacione­s Estructura­das de Odebrecht, el llamado Departamen­to de Sobornos a través del cual se realizaron extorsione­s en todo el continente. A esta forma de hacer negocios Gil le llama jogo bonito.

Voltaire en el amplísimo estudio: Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero. m Gil s’en va

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JORGE CARBALLO/ARCHIVO El ex director de Pemex no es precisamen­te fray Toribio de Benavente, siempre supo mover lana.
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