Despachos evacúan las Islas Vírgenes Británicas
El director general de Grant Thorton estima que las operaciones de la compañía desde el Caribe se reanuden en dos meses
Madison Marriage y Naomi Rovnick Grandes firmas de contabilidad y de abogados tuvieron que evacuar a su personal de las Islas Vírgenes Británicas después de que el huracán Irma mató al menos a cinco personas y devastó la infraestructura en un territorio en el extranjero conocido como centro para las incorporaciones offshore y casos judiciales financieros.
Aunque algunas casas y oficinas permanecieron intactas, la mayoría se quedó sin luz ni agua, lo que llevó a las firmas de servicios profesionales con presencia en el territorio de ultramar británico a comenzar a evacuar al personal a lugares más habitables. El ejército británico desplegó 120 tropas en las islas después de los reportes de saqueos.
KPMG, que pertenece a las “cuatro grandes” firmas de contabilidad, informó que todo su personal está en proceso de evacuación del territorio. “No hay electricidad y las comunicaciones son limitadas”, dijo un portavoz. Su rival Deloitte evacúa a la mayor parte de los 30 empleados que tiene en las islas y cerró sus oficinas en el lugar, de acuerdo con un portavoz.
El competidor británico EY evacuó a la mayoría de sus 10 empleados de las islas antes de que golpeara Irma. Ahora evacúa a los que decidieron quedarse por motivos personales para trasladarlos a islas cercanas, como Bermudas y las Islas Caimán, que resultaron menos afectadas por la tormenta.
Las empresas offshore en las Islas Vírgenes Británicas tienen activos con un valor de más de 1.5 billones de dólares, y las empresas de las islas son especialmente populares en Asia. Dos quintas partes de los activos que se tienen en las islas provienen de Hong Kong y China.
En los videos que hicieron circular los residentes de las islas en las redes sociales se mostraron escenas de enorme destrucción, ya que el territorio recibió toda la furia de Irma a finales de la semana pasada.
Las casas quedaron destruidas, los árboles cayeron y los veleros se estrellaron en los puertos. PwC también evacuó a dos de sus tres empleados antes de que golpeara la tormenta. Un miembro del personal decidió quedarse en casa con su familia. “Con respecto a la oficina, el mayor daño ocurrió en el techo pero de otra forma parece que está bien. Esperamos regresar a las operaciones normales tan pronto como sea posible”, dijo un portavoz.
Si bien las compañías registradas en las Islas Vírgenes Británicas tienen el control legal sobre sus activos, pocos negocios físicos ocurren ahí, además del turismo. En su lugar, el centro financiero offshore es una base popular para incorporar empresas cuyos dueños quieren aprovechar las ventajas de las bajas tasas de impuestos corporativos, sus fuertes leyes de secreto comercial o ambas.
La Comisión de Servicios Financieros —sede del registro corporativo de las Islas Vírgenes Británicas que alberga los registros de más de un millón de empresas que en conjunto son propietarias de 1.5 billones de dólares en activos en todo el mundo— sobrevivió al huracán, de acuerdo con un comunicado del primer ministro de las Islas Vírgenes Británicas, Orlando Smith.
Grant Thornton, la firma de contabilidad con sede en Chicago, evacuó la semana y de manera preventiva a todos, con excepción de dos, sus nueve empleados, con sus dependientes, en un vuelo privado. Un empleado se quedó para estar cerca de los miembros de su familia; otro no quiso dejar a su perro, pero después tuvo que evacuar.
Hugh Dickson, director general de Grant Thornton, dijo que se llevará a los evacuados a las Islas Caimán y los alojarán en departamentos alquilados. “Las autoridades de las Islas Caimán se han mostrado de primera y muy bien en cuanto a relajar las restricciones habituales de permisos de trabajo y permitir que la gente llegue a la isla con mascotas sin documentos”, dijo. “Al ver la cobertura fotográfica, pasará al menos un mes, de forma realista serán dos meses, antes de que el personal pueda regresar a las Islas Vírgenes Británicas”, señaló.
La firma de abogados offshore Conyers Dill & Pearman, que emplea en las islas a 18 abogados y a 48 miembros de personal, evacuó a todos los que quisieron salir el viernes para San Juan de Puerto Rico.
El personal, que voló a San Juan en un avión privado y helicópteros, ahora será reubicado en las oficinas de Conyers en las Islas Caimán y Bermudas.
La oficina de Conyers en las Islas Vírgenes Británicas, al igual que la mayoría de las organizaciones de servicios financieros en centros offshore, está en Road Town, la capital de Tórtola, la más poblada de una serie de más de 50 islas en el Territorio Británico en Ultramar.
La oficina de la firma no sufrió daños graves, pero el personal tuvo que salir porque Tortola quedó devastada, de acuerdo con Robert Briant, director de la oficina en Conyers. “No podemos operar. No hay electricidad, se ejerce la ley y el orden, pero la gente no tiene lugares donde vivir”.
Harneys, que de acuerdo con el directorio de Chambers & Partners es el bufete de abogados más grande en las Islas Vírgenes Británicas por número de abogados, de la misma manera evacuó a su personal de la isla, dijo un miembro de alto rango. Harneys también cerró su oficina en las islas.
Otras compañías de servicios profesionales con presencia en las Islas Vírgenes Británicas informaron en sus sitios web o por medio de las redes sociales que sus oficinas cerraron. Entre ellas se encuentran Appleby, una firma de abogados que se especializa en trabajo offshore; JTC Group, un proveedor de servicios de gestión patrimonial, y Baker Tilly, una firma de contabilidad.
desplegó 120 tropas en el área después de los reportes de saqueos