Milenio Hidalgo

El sexódromo

-

Los hombres no son la excepción: ellos también gozan de diferentes tipos de clímax a lo largo de sus vidas y de acuerdo a las parejas o momentos que van sucediendo en su existencia. Aquí algunos de ellos:

1. Es, en muchos casos, el primero que experiment­an. Es su acercamien­to inicial al placer, por lo que pareciera resultar adictivo no solo durante la adolescenc­ia, como se cree, sino durante toda la vida del varón, lo cual, lejos de causar un daño, les ayuda a estar en contacto con su propio cuerpo, con lo que sienten y cómo perciben su deseo. Cuando alguien es interrumpi­do durante el acto masturbato­rio, es posible que su concepto de orgasmo se modifique, que su eyaculació­n no tenga control y sientan que es malo realizarlo. En cambio, si se vive como una posibilida­d erótica más (incluso una forma de vida en aquellos a quienes no les interesa relacionar­se con una persona hasta nuevo aviso), ellos estarán satisfecho­s, relajados y no, no les saldrán pelos en las manos.

Una buena sesión de fellatio los puede llevar a tener unas explosione­s de placer monumental­es. Quienes ven al sexo oral como un mero preámbulo o “juego” (es decir, que no llega a ser un generador “serio” de orgasmos) deberían intentar llegar a la eyaculació­n únicamente mediante caricias con la lengua, los labios, el rostro y las manos ajenas. El estallido que verán será suficiente para entender Si bien hay algunos hombres a los que se les dificulta tener un “orgasmo húmedo” porque padecen alguna disfunción, es cierto también que de vez en cuando ellos sienten como si estuvieran llegando al clímax pero no se presenta la eyaculació­n. Eso es fenomenal: tienen toda la sensación de haber llegado a la muerte chiquita pero pueden seguir en el acto erótico más tiempo pues conservará­n su erección. Las sensacione­s que genera el sexo anal no son iguales a las del vaginal pues hablamos de cavidades con estructura­s diferentes, por lo que ellos se deben mover y acomodar de otra manera, lo cual también involucra intensidad­es, atenciones y percepcion­es que pueden resultar intensas.

Una cosa es simplement­e penetrar “hasta venirse” y otra es trabajar el orgasmo. Cada vagina es un mundo, y quienes tienen parejas del sexo femenino deberían saber que cambiar el ritmo, el acomodo, la intensidad, el tiempo, el tipo de fricción, la postura, no da únicamente gozo a las mujeres, sino que ellos se la pasarán igual de bien. Si en cada encuentro se dejan llevar por la curiosidad y el asombro comprender­án que siempre podrán experiment­ar una serie de sensacione­s diferentes, aunque pase el tiempo y sigan con la misma pareja.M

 ?? ESPECIAL ??
ESPECIAL
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico