“ESPERÁBAMOS MÁS GENTE DESPUÉS DEL GRITO”
El Parque Hidalgo cada año es un punto de reunión obligado en las fiestas patrias por llevar el nombre del padre de la patria, Miguel Hidalgo y Costilla, caudillo cuyo apellido bautizó al estado y quien diera la vida por sus ideales
El Parque Hidalgo se convirtió el fin de semana en uno de los recintos públicos más concurridos de la capital del estado. Cada año es un punto de reunión obligado en las fiestas patrias por llevar el nombre del padre de la patria, Miguel Hidalgo y Costilla, caudillo cuyo apellido bautizó al estado.
Se instalan algunos juegos inflables para niños y decenas de puestos de comida como quesadillas, papas y chicharrones adornan los principales pasillos del parque que, en ocasiones, alberga algunos eventos culturales independientes, pero este domingo por ser un día feriado no tuvo más que algunas parejas expresando su amor.
Algunos comerciantes lucen aburridos, no hay la afluencia que esperaban, algunos sólo van a curiosear, pero no compran nada y los niños invaden el área de juegos que está repleta todo el tiempo, a diferencia de los puestos de comida que tienen que espantar a las moscas que se alborotan por la inminente lluvia que se aproxima.
Una leve brizna espanta a los visitantes que buscan atajarse en alguno de los árboles cuyas ramas sirven como techos temporales, mientras que los niños tienen que recoger sus zapatos que dejaron tirados para jugar en los brincolines que se acondicionaron y algunos policías municipales aprovechan el momento para comer un taco.
“Esperábamos más gente después del grito”, dice María Luisa García Montes, una comerciante que vende chicharrones y papas, pero con la lluvia, dice amargamente, le ha espantado la clientela y lamenta que este año ha sido más triste en cuestión de ventas con respecto al anterior. Mientras el día avanza muestra su bipolaridad, ésa que caracteriza a Pachuca y la diferencia de otras ciudades. Lluvia, frío y calor, todo en un mismo día, un peculiaridad con la que han aprendido a vivir los pachuqueños y que sigue sorprendiendo cada fin de semana a los visitantes externos.
Los comerciantes coinciden en que este año han tenido menos ventas porque muchos decidieron salir de vacaciones y por eso se han acostumbrado a que las ventas no sean las más esperadas, pero para evitar que el producto se rezague caminan a otros parques como el Pasteur o el Jardín del Arte, donde corren con la misma suerte.
Pachuca es una ciudad singular, entre semana está llena de vida y simula a las grandes urbes del país con horas de tránsito agobiante, pero los fines de semana luce semi desértica, pues mientras la mayoría de los estudiantes regresan a sus municipios, otros salen a pasar el fin de semana y parques como el Hidalgo pueden mostrar una soledad atípica.