Misteriosos ataques sónicos
Bien pensado, los síntomas por este mal no son tan infrecuentes como se cree. Gilga sospecha que el secretario Ruiz Esparza ha sido blanco de un atentado acústico, pues así lo evidencian sus declaraciones
Con la novedad de que unos misteriosos ataques sónicos han puesto las flamantes relaciones entre Estados Unidos y Cuba al borde del abismo. Gil no había oído nada igual, ni los guionistas del Agente 007 pudieron imaginar esta historia. Oigan esto que Gil leyó en su periódico El País: más de 20 diplomáticos de Estados Unidos en Cuba y cinco canadienses destinados en La Habana han sido víctimas de algo que se ha descrito como un “ataque sónico”. Desde hace un año los afectados presentaron síntomas como mareos, confusión mental, sordera y lagunas de vocabulario básico. Algunos diplomáticos han sufrido daños auditivos permanentes. El FBI investiga estos extraños ataques acústicos mientras Estados Unidos decide si retira a sus diplomáticos de Cuba.
La verdad es que en algunas ocasiones Gamés ha padecido los síntomas del “ataque sónico”, pero no se lo digan a nadie por piedad. No nos desviemos, el episodio acústico se ha convertido en un gran escándalo diplomático. Una versión acerca de este enigmático ataque sostiene que se trata de una mano negra que pretende echar por tierra la nueva época de las relaciones entre Cuba y EU. De ser cierto, los autores de estos atentados se han llevado entre las patas los oídos de unos pobres señores que andan perdidos, confundidos, sordos e incapaces de repetir palabras que un niño de 3 años podría reproducir.
Muchas hojas
Bien pensado, los síntomas por “ataque sónico” no son tan infrecuentes como se cree. Gilga sospecha que el secretario Ruiz Esparza ha sido blanco de un atentado acústico, pues presenta los síntomas. De qué otra forma podría entenderse la declaración del secretario en la cual afirma que el contrato del Paso Express de Cuernavaca sí contaba con un proyecto ejecutivo anterior a la firma del convenio. Oigan esto, pero antes ingieran dos gotas de Tetrahidrocanabidiol. ¿Ya? No se pachequeen, esto es medicinal, no lo olviden. Mju. Vamos a leer juntos: “No hay proyecto porque no se subió a Compranet, entonces la SFP interpreta que no había proyecto, pero la ley dice que cuando no cabe electrónicamente el proyecto, porque son muchísimas hojas, se le entrega físicamente a los participantes (…) Y 52 participantes recibieron su proyecto ejecutivo en mano. Creo que se ha malinterpretado una falla administrativa de no subirlo a Compranet, con una falla de que no había proyecto”.
Gil pregunta enfáticamente (gran adverbio terminado en mente): ¿no es esta declaración una prueba irrefutable de un “ataque sónico”? Los síntomas así parecen comprobarlo: mareos, confusión mental, sordera y lagunas de vocabulario básico. Como eran muchas hojas, la SCT no dio cuenta pública de una obra de más de mil millones de pesos. Todo es muy raro, caracho, Gilga no sabía que las muchas hojas eran un impedimento para una página de Internet. “Pero así es esto, simple y sencillamente habrá que superarlo”. Los ataques sónicos ha reducido a migajas la mente del secretario. Muchas hojas. Nememen.
Lupe/ 6
La caída de Lupe D’Alessio en la oscuridad de los deseos cumplidos no conoció fondo. Después del episodio del bailarín, amigo de los hijos de Lupe, que ella se tiró sin pena y con gloria, ocurrió lo inaudito. Un día, Lupe conoce a un galán de película, un modelo. Y se lo lleva envuelto para regalo. De nuevo, Lupe suelta la pachocha (lean bien) y él se compra finas prendas en almacenes de reconocido prestigio. Lupe le reclama con toda la amargura de las promesas incumplidas que él no le cumple como hombre. Aigoeei.
At last the secret is out, dictaminó el clásico: él era gay de los pies a la cabeza y ella se lo reprochó con toda el alma herida, añicos de sus amores penosos. El
chichifo le pone una solfa a Lupita ante los ojos de Cesarín, tercer hijo de Lupe. El niño, muy despierto, le habla a su medio hermano mayor para comunicarle la madriza que pasa como una película de terror ante sus ojos infantiles. Ernesto, hermano mayor, se deja llegar al departamento de Polanco y le acomoda dos o tres mandobles al cobarde que golpeó a su madre. Él hace las maletas y se va, pero antes de cerrar la puerta detrás de él, Lupe le ruega de rodillas que no se vaya. Una escena triste a los pies de ese mentecato. Lupe no para de jugar al
deporte blanco, de beber a lo bestia y de meterse toda clase de pastas. Y empieza el lamentable capítulo en el cual ella se convierte en cristiana. Y ya, todos a la televisión porque hoy termina la serie de Lupe y Gil no se la va a perder por nada del mundo.
María Zambrano en el mullido sillón: El corazón es centro porque es lo único de nuestro ser que da sonido. Gil s’en va