19-S (1985-2017)
La Prepa 8 de Plateros tenía alta asis- tencia el 19 de septiembre de 1985 debido a que, terminadas las fases naturales de calificación de fin de año escolar, la autoridad decidió ofrecer una última oportunidad a los alumnos que debían una sola materia para que se fueran a la universidad, con un examen adicional a los finales y extraordinarios, además de que otros muchachos iban a conocer sus notas definitivas.
Sin embargo, la sacudida de 8.1 grados en la escala de Richter, como se medía entonces la intensidad de los temblores, solo generó murmullos y acaso la preocupación de algunos jóvenes, nada más. En los pasillos se veía a unos más preocupados por sus calificaciones que por el sismo, cuyo impacto se desconocía en el plantel, pues nada pasó, ni un vidrio roto, y todo lucía normal en la zona circundante.
Sin internet, redes sociales ni telefonía celular, los estudiantes de aquella gloriosa prepa, de peculiar porra que todo universitario conoce, se fueron enterando de la tragedia cuando dejaban la zona de Plateros y llegaban a Barranca del Muerto, Mixcoac e Insurgentes, donde comenzaban a percibirse mínimos efectos del siniestro y los camiones de la entonces Ruta 100 ofrecían el servicio gratuito.
La toma de conciencia de la tragedia vino en forma de imágenes de Imevisión, hoy Tv Azteca, pues Televisa estuvo fuera del aire durante horas por el desplome de sus instalaciones en avenida Chapultepec. Este martes, a 32 años del otro 19-S, bastó sentir el latigazo de la naturaleza para adelantar nuevos tiempos calamitosos, para usar la expresión de Daniel Defoe. En San Pedro de los Pinos, donde no pasó del susto, casi de inmediato comenzó a conocerse la dimensión del problema con la llegada de una multitud de fotos y videos vía WhatsApp. La pesadilla de vuelta, como decíamos en la crónica del miércoles en este diario, con sobrecogedora puntualidad.
Hoy sabemos que así la sociedad mexicana, la chilanga, sea la más consciente y preparada en materia de temblores, el embate puede venir de varios puntos (Chiapas, Oaxaca, Puebla, Colima, Tlalpan) y no hay alarma que responda ciento por ciento ni estructura que garantice seguridad total. Hoy, pues, las tareas principales son el rescate y la atención a los damnificados. Ya vendrá la reconstrucción.