EL SEXO EN TIEMPOS DE CRISIS
uando acontece una situación inesperada como la que acabamos de vivir en México, a nivel erótico las personas reaccionan de diferentes maneras, pero por lo regular hay dos posibilidades comunes: que su libido baje y su deseo desaparezca por un tiempo, pues están enfocados en las cuestiones de ayuda, de resolución de problemas o de superación de cuestiones emocionales y de seguridad, o que tengan la necesidad de sentir en cuerpo y alma el contacto con sus parejas, por lo que buscan encuentros placenteros.
En ambos casos hay que saber manejar las posibilidades. Si son del segundo grupo, es importante darle vuelo a la hilacha si es posible. Se sabe que el orgasmo es un gran aliado contra la ansiedad, el insomnio, la depresión, que puede ayudarnos a conciliar el sueño, sentirnos protegidos, queridos y acompañados. Sin embargo, no hay que olvidar las claves de toda práctica erótica: que se realice de manera sana, segura y consensuada. Si uno de los integrantes de la pareja tiene el deseo por todo lo alto pero el otro o la otra no, es necesario hablarlo brevemente y llegar al puerto deseado por ambas personas. No se vale obligar al otr@ a realizar algo que quizá no le apetezca llevar a cabo. Si los involucrados están de acuerdo o se da de manera espontánea en ellos, es primordial no olvidar el uso de preservativo y métodos anticonceptivos (se ha comprobado que después de las crisis, aumentan los embarazos no deseados), así como buscar el mejor momento y lugar para llevarlos a cabo.
En la primera situación, es importante saber que es algo común, lógico y temporal. En estos momentos necesitamos de gran parte de nuestra energía en apoyar a los necesitados o en tratar de resolver una situación de riesgo para nuestra familia. Hay que ser conscientes de que todos vivimos de manera diferente una situación inesperada, así que debemos evitar los malestares y enojos provocados por situaciones que pueden esperar, como los encuentros eróticos. Después del trance, debemos reforzar los vínculos y buscar estrategias para recuperar la libido perdida. Cuando dejemos de estar en contingencia, podemos aprovechar para expresar nuestro sentir a quienes nos aman, para reiniciar la vida erótica como si fuera la primera vez, tratando de hacer actividades nuevas, abrirnos a los sentimientos, acariciar sin necesidad de llegar a lo genital o, por el contrario, explorar el cuerpo propio y ajeno con asombro, entrega y alegría. Estamos vivos. Estamos vivas. ¿No es razón para festejar cuando todo comience a regresar a la rutina?
No está de más aprovechar un momento para hablar con nuestr@s hij@s adolescentes y jóvenes sobre el cuidado del cuerpo, la anticoncepción y la seguridad si sienten necesidad de expresar su ansiedad, miedo o inseguridad mediante caricias o encuentros sexuales. He visto con gran alegría cómo chavos y chavas se están lanzado a apoyar con todo su ímpetu, pasando los días y las noches en las labores de auxilio, pero no podemos cerrar los ojos a su juventud e ímpetu. La recomendación de llevar consigo condones y de asegurarse de pasar el tiempo de descanso en lugares protegidos, así como realizar los traslados en vehículos o medios seguros, nunca está de más.
Una sesión de abrazos, de palabras de aliento, de cariños, será un bálsamo en medio de todo el bombardeo de información, de imágenes, de rumores, de vivencias que estamos experimentando. Es momento de unidad, de comprensión, de entendimiento. Así que les pido que, al terminar de leer esta columna, le den un apapacho a quienes estén a su lado, para no olvidar que estamos unidos, que nos apoyamos y que nos queremos. M