Marchan a favor de líderes catalanes encarcelados
Más de 200 mil personas salieron a las calles de Barcelona para exigir la libertad de los independentistas acusados de sedición
Unas 200 mil personas se manifestaron en Barcelona anoche contra el encarcelamiento de dos influyentes líderes independentistas acusados de sedición por la Justicia.
Al grito de “independencia” y portando velas, la multitud marchó por el centro de la ciudad para reclamar la liberación de Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, de las organizaciones civiles Omnium Cultural y Asamblea Nacional Catalana, encarcelados bajo cargos de sedición.
En el frente judicial, el Tribunal Constitucional de España declaró por unanimidad la nulidad de la ley del referendo catalán del pasado 1 de octubre (conocido como 1-O), auspiciado por el gobierno regional que busca independizarse.
La ley anulada ya había sido suspendida de modo cautelar el 7 de septiembre, al día siguiente de ser aprobada por el parlamento pro separatista de Cataluña.
El alto tribunal español recalcó que la región de Cataluña no es sujeto del derecho de autodeterminación, entendido como derecho a promover y consumar su secesión unilateral del Estado.
A pesar de eso, las autoridades locales convocaron para el 1 de octubre un referendo secesionista, en el que participaron algo más de 2.2 millones de personas a favor del sí a la independencia, de los más de 5.3 millones de catalanes con derecho de voto.
Cuixart y Sánchez fueron encarcelados a la espera de un posible juicio por la jueza Carmen Lamela, de la Audiencia Nacional, sospechosos de haber convocado, dirigido y arengado el 20 de septiembre en Barcelona una protesta contra unos registros de la Guardia Civil.
La manifestación de anoche culminó una jornada de movilizaciones. A mediodía, en la plaza barcelonesa de Sant Jaume el presidente catalán, Carles Puigdemont, y parte de su gobierno se unieron a los manifestantes.
Omnium y ANC convocaron a una gran manifestación el sábado a las cinco de la tarde local en Barcelona.
El jefe del ejecutivo español, Mariano Rajoy, dio hasta el jueves a Puigdemont para que aclare si declaró o no la independencia la semana pasada. En caso de que Rajoy lo considere necesario, aplicaría el artículo 155 de la Constitución, que le otorga la facultad de asumir las funciones desempeñadas por las comunidades autónomas.