La remoción del fiscal, ignorancia, carga y silencios
La remoción del fiscal especializado para la Atención de Delitos Electorales, Santiago Nieto, ha puesto al desnudo la ignorancia de algunos senadores y dirigentes sociales en torno a la ley y los procedimientos.
El pretexto es el hecho inédito, el Senado nunca había enfrentado un caso en el que quien está al frente de la PGR cese a uno de los fiscales autónomos y el caso les llegara para resolverlo.
Y sí, es cierto, es inédito, pero la ignorancia de lo no visto no es una excluyente de responsabilidad para prepararse antes de declarar o actuar.
La reunión del lunes de los coordinadores del PAN, Fernando Herrera; del PRD, Luis Sánchez, y del PT, Manuel Bartlett, demostró, por lo menos, confusión hasta en el método de votación, si debía ser abierta o secreta, lo que un especialista me dijo que debe ser por cédula, secreta, como fue la elección, porque si se revierte la remoción, se estaría eligiendo a un fiscal, por lo que debe prevalecer el principio del secretismo.
Otra de sus dudas era si Alberto Elías Beltrán, como encargado del despacho de la PGR ante la ausencia definitiva de su titular, estaba capacitado para remover a Nieto de la Fepade, cuando su Ley Orgánica y la misma Constitución, en la reforma de febrero de 2014, lo faculta a ejercer todas las atribuciones previstas para el procurador general de la República, incluida el cese.
Y en eso iban cuando ayer al mediodía Ana Lilia Herrera, presidenta de la Junta de Coordinación Política del Senado, me dijo que habían aprobado desahogar el caso en una sesión citada para hoy en la que los senadores harían 33 preguntas por separado a Nieto y a Elías Beltrán, 10 del PRI, ocho del PAN, seis del PT, cuatro del Verde y una de los independientes, luego decretarían un receso y después votarían en secreto, lo que rechazó en el pleno el frente opositor que tomó tribuna y Ernesto Cordero suspendió la sesión.
Anoche estaba cancelada la sesión de hoy para el desahogo del caso Nieto.
Todo lo anterior no contradice los errores informativos del cese, a menos, insisto, que ese haya sido el mensaje que se quiso mandar.