“UNA SABANDIJA ME CALLÓ 11 MINUTOS EN TWITTER”
Un empleado de la red social desactivó el jueves la cuenta del mandatario, desatando júbilo en unos y preocupación en otros; para algunos especialistas, existe el riesgo de que ese espacio sea hackeado y se divulguen fake news
Los críticos del presidente estadunidense Donald Trump elogiaron, medio en broma, a un empleado de Twitter que logró silenciar la herramienta favorita de comunicaciones del mandatario republicano. Pero otros advirtieron sobre un peligroso precedente.
Los visitantes de la cuenta @ realDonaldTrump recibían hacia las 19 horas del jueves, tiempo de Washington D.C., el mensaje “Lo sentimos, esta página no existe”.
Inicialmente, Twitter anunció que la cuenta, que tiene 41.7 millones de seguidores, había sido desactivada durante 11 minutos “inadvertidamente a causa de un error humano”. Pero luego admitió que fue hecho de manera intencional por un empleado en su último día de trabajo.
La compañía anunció entonces que tomó “medidas de protección para evitar que esto se repita”. Pero la desactivación temporal de la cuenta encendió la red social. El empleado fue saludado como un “héroe” por algunos, mientras otros expresaban preocupación por razones de seguridad.
“Querido empleado de Twitter que cerró la cuenta de Trump: Hiciste a Estados Unidos sentirse mejor por 11 minutos”, escribió el legislador demócrata Ted Lieu, que le ofreció comprarle una pizza.
Los simpatizantes del mandatario republicano no encontraron la gracia: “Los liberales estaban celebrando que la cuenta de Trump desapareció por 15 minutos, probando una vez más que aman la censura y odian la libre expresión”, señaló un tuit compartido por sus seguidores que no dejaron pasar la oportunidad para aumentar cuatro minutos el lapso que quedó desactivada.
Jennifer Grygiel, profesora de la Universidad de Syracuse, Nueva York, que estudia las redes sociales, asegura que la desactivación era preocupante. “No es un asunto para reírse”.
“Es un asunto serio y de seguridad nacional. Este incidente demuestra que Twitter no tiene instaladas las salvaguardas adecuadas para las cuentas importantes”, alerta.
En un ensayo escrito a inicios de este año, Grygiel había llamado a una “pre-moderación” o revisión previa de la cuenta de Trump “para prevenir una guerra accidental” que podría desatarse si alguien se apropia de la cuenta para desactivarla o falsear sus contenidos.
Para Grygiel, las cuentas en redes sociales con una importancia “sistémica” para la seguridad nacional o los mercados financieros deberían estar sujetas a una revisión humana con un retraso de algunos segundos.
Si algo falso o incendiario es tuiteado, no hay forma de retraerlo, y eso podría llevar a una guerra o a un shock en los mercados financieros, apunta.
“Es estrepitoso que un empleado cualquiera de Twitter pueda cerrar la cuenta del presidente. ¿Y si en cambio hubiesen escrito mensajes falsos?”, tuiteó Blake Hounshell, jefe de redacción de la revista Politico Magazine. “Seriamente, ¿y si esta persona hubiese tuiteado sobre un ataque nuclear falso contra Corea del Norte?”, se preguntó.
Trump no reaccionó al incidente hasta 12 horas después, con una respuesta sorpresivamente moderada: “Mi cuenta de Twitter fue cerrada por 11 minutos por un empleado sabandija. Supongo que la palabra finalmente está llegando y teniendo un impacto”.
El mandatario defiende su uso frecuente de Twitter, donde suele enviar polémicos e incendiarios comentarios.
Sus críticos han pedido a Twitter cerrar la cuenta, argumentando violaciones a las normas sobre discurso del odio y abuso.
Para algunos, los tuits de Trump sobre Corea del Norte, incluyendo un comentario en el que dijo que sus líderes “no estarán aquí por mucho tiempo”, violaban las normas contra el uso de amenazas de violencia.
Twitter respondió prometiendo revisar su política, pero subrayó que “el valor noticioso” y el interés público debe ser considerado para decidir si se retira un tuit o no.