RÉCORD DE VISITAS.
Estuvo presente en la capital hidalguense por un periodo de cinco días, del 28 de octubre hasta el cinco de noviembre
Durante 9 días se exhibió el Altar de Día de Muertos más grande del mundo en la explanada de Plaza Juárez, donde acudieron más de cien mil personas de diferentes entidades a conocer las tradiciones del estado.
Durante nueve días se mantuvo la exhibión del Altar de Día de Muertos y Xantolo, más grande del mundo en la explanada de Plaza Juárez en la capital hidalguense, donde acudieron más de 100 mil personas de diferentes entidades cercanas que conocieron las tradiciones populares de Hidalgo.
Ayer, en el último día que se exhibió el altar tradicional, acudieron miles de personas que esperaron en filas para conocer la ofrenda de forma gratuita, por lo que la Secretaría de Cultura estatal destacó la concurrida asistencia del público tanto de la entidad como de otros estados vecinos como la Ciudad de México, Estado de México, Puebla, Querétaro, Tlaxcala, entre otros.
Con una extensión de 846.48 metros cuadrados, el altar de muertos de Plaza Juárez fue certificado por jueces del Récord Guinness como el más grande del planeta, superando a la ofrenda de la Ciudad de México que tuvo una dimensión de 558 metros cuadrados.
En el altar de muertos se colocó un mantel de aserrín con la forma de las populares calaveras, aunado a que también se colocaron platillos tradicionales que se consumen en distintas regiones de la entidad, principalmente de la Huasteca, la Sierra y el Valle del Mezquital, aunado a que también participaron diferentes bandas de huapango que interpretaron algunos de los temas más reconocidos que se tocan durante estas festividades.
La ofrenda tuvo un costo cercano a los 500 mil pesos y participaron decenas de voluntarios que colaboraron en la instalación del altar, además de que los comerciantes de la Central de Abastos de Pachuca también donaron algunos de sus productos, especialmente frutas, y los artesanos de la zona regalaron su aserrín para la elaboración del mantel.
Al respecto, el secretario de Cultura estatal, José Olaf Hernández Sánchez, destacó la afluencia de los visitantes de distintas zonas promoviendo también el desarrollo económico en la ciudad por los miles de turistas que conocieron el altar.
Con respecto a los problemas de logística que se presentaron al momento de recibir el reconocimiento del Récord Guinness, el funcionario estatal refirió que los jueces pidieron otras adecuaciones al lugar, por lo que las realizaron y sólo demoraron algunos minutos.