Aprehenden al verdugo de migrantes en San Fernando
Se le responsabiliza también del asesinato de Miriam Rodríguez, representante del colectivo por desaparecidos en ese municipio
FRubén Mosso e Ignacio Alzaga/México uerzas federales detuvieron en San Fernando, Tamaulipas, al presunto jefe regional de Los Zetas Vieja Escuela, Martiniano de Jesús Jaramillo, El Pata de Queso, quien está relacionado con la matanza de 72 migrantes, crimen cometido en 2010, y con el homicidio de la representante del colectivo de desaparecidos, Miriam Elizabeth Rodríguez.
Funcionaros del gobierno federal dijeron que el sospechoso fue presentado a declarar en las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), de la Procuraduría General de la República (PGR), desde la mañana del martes.
De acuerdo con investigaciones ministeriales, se presume que El Pata de Queso, de 56 años, coordinó la matanza de los extranjeros en el municipio de San Fernando.
Indicaron que al probable delincuente se le creía muerto desde hace varios años, pero gracias a labores de inteligencia se le pudo identificar y localizar en San Fernando, donde era el jefe regional de Los Zetas Vieja Escuela.
El operativo de las fuerzas federales, explicaron, fue encabezado por la Policía Federal y contó con la participación de elementos de las secretarías de la Defensa Nacional y Marina, así como de la PGR.
Asimismo, a Jaramillo se le responsabiliza de la ola de violencia en Tamaulipas y de encabezar un grupo de sicarios, responsable de secuestros y homicidios en carreteras de San Fernando.
También se le relaciona con el homicidio de Miriam Elizabeth Rodríguez, representante del colectivo desaparecidos en San Fernando, y del secuestro de un estadunidense.
La detención de Martiniano de Jesús Jaramillo se logró después de un intenso trabajo de gabinete y de campo con el que se logró precisar su identidad, a la vez que se obtuvieron datos que permitieron establecer su zona de movilidad y acción en las inmediaciones de Ciudad Victoria, para finalmente ser detenido en un nosocomio. En la matanza de los migrantes participaron al menos 18 policías de tránsito del municipio de San Fernando, quienes colaboraban con Los Zetas, lo anterior consta en versiones públicas de la averiguación previa que integró la PGR.
Los uniformados realizaban labores de halconeo e interceptaban a personas que después eran llevadas al Pentágono, es decir, a la cárcel municipal de San Fernando, donde “el mero bueno” era “un policía viejito” y otro que se llama Óscar Jaramillo, quienes recibían dinero de los delincuentes por colaborar.
La información del expediente fue solicitada por The National Security Archive (fundada en 1985 por periodistas y académicos), la cual no pertenece al gobierno de Estados Unidos y solo se mantiene de las aportaciones que realizan diversas fundaciones.
En un principio, los datos solicitados fueron negados por la PGR; empero, el Archivo de Seguridad Nacional interpuso un recurso y el IFAI falló a su favor.
El 2 de abril de 2011, elementos del Ejército detuvieron a Elfego Cruz Martínez, Júpiter Almer Cano Guerra y Adela Yudith Ochoa por los delitos de homicidio, secuestro y violación a la ley federal de armas de fuego y explosivos.
Dicha indagatoria se acumuló con otra averiguación que se abrió por la puesta a disposición de Sergio Córdova Martínez, Julio César Lugo Chaca, José Mauro Oñate Rodríguez, Samuel Moreno Saavedra, Edgar Sosa Solís y Juan Pablo Cabrera Escalante, también detenidos por militares por violación a la ley federal de armas.
Con base a la declaraciones de los inculpados María de los Ángeles Ponce Razo, La Luna; Gerardo de la Cruz Rodríguez; José Manuel Hernández Guerrero, El Chacal; Armando César Morales Uzcanga, El Chícharo; Esvin Leonel Batres Hernández, El Gato; Jairo Emmanuel Cabriales Campos; Juana Flores Mendoza; Adriana Guadalupe Medina Galván y César Coronado Delgado, El ET, se pudo conocer la participación de los policías en sucesos delictivos.m
A este delincuente se le creía muerto, pero fue localizado en un nosocomio de Victoria
Molestos por los olores fétidos que despiden los cadáveres que saturan las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) de Chilpancingo, al menos 500 trabajadores de la Fiscalía General del Estado (FGE) pararon labores y exigieron que la morgue sea reubicada, porque por ahora representa un riesgo para la salud.
En respuesta, Xavier Olea Peláez, fiscal guerrerense, anunció que ya adquirieron más frigoríficos para los Semefos de Chilpancingo, de Iguala y Acapulco.
Sin embargo, advirtió que los malos olores continuarán en el proceso de mover los cadáveres de frigoríficos y al darle mantenimiento a los aparatos viejos.
Ayer, alrededor de las 12 horas los empleados de la FGE salieron por la puerta central de la dependencia para cerrar el paso a funcionarios y visitantes.
Explicaron que por los malos olores que despiden las instalaciones del forense, ubicadas a un costado de sus oficinas, no existen condiciones para que trabajen sin el riesgo de contraer una infección.
Manifestaron que en la morgue hay por lo menos 250 cadáveres arrumbados, lo que se complica porque uno de los refrigeradores no sirve desde hace un par de semanas.
La protesta motivó que salieran mandos de la fiscalía, quienes les señalaron a los inconformes que no podían hacer mucho, pues no tienen injerencia en el forense porque éste depende de la Secretaría de Salud.
Peritos argentinos realizan desde hace una semana trabajos en la morgue de Chilpancingo, al parecer en cadáveres que han llegado de Chilapa desde hace un par de años.
Personas de diferentes organizaciones no gubernamentales, solicitaron a ese equipo de especialistas argentinos que verificaran si entre los cuerpos se encuentran sus seres queridos.
Los peritos trabajaron sobre decenas de cadáveres que se encontraban colocados en el suelo, lo que también generó los malos olores.
Mientras, en conferencia de prensa en Acapulco, el fiscal Olea anunció la adquisición de más frigoríficos pero, dijo, “es evidente que cuando empecemos a cambiar los cadáveres a los nuevos (aparatos) para darle mantenimiento a los viejos, habrá olores fétidos, circunstancia que les manifesté a los compañeros de la fiscalía.
Agregó: “Quiero decirles que no solamente ellos sufren eso. El fiscal general también sufre de esos olores y somos todos los que padecemos esos olores, porque son muy fuertes”.
Desde julio pasado, el titular de la Secretaría de Salud estatal, Carlos de la Peña Pintos admitió que las instalaciones del forense están saturadas y necesitan despresurizarse.
De las siete regiones que tiene la entidad, solo en Chilpancingo, Acapulco e Iguala existen instalaciones del forense y entre todas tienen capacidad para resguardar hasta 250 cadáveres.