David Aarón Cárdenas
Trabajar en lo que le gusta a uno dignifica, trabajar “ganándose” el derecho a su sueldo, dignifica aún más; el problema está cuando se sabe que en el puesto de trabajo donde se está, pase lo que pase siempre pagarán, es decir siempre se tendrá asegurada la quincena.
Así que no importa si usted llega tarde, no importa si usted falta, no importa si usted “justifica” su ausencia porque según usted está de comisión, y por supuesto menos importa que para lo que está contratado, lo que tiene que hacer, simplemente lo hace cuando quiera y como quiera, sin temer que un “jefe mandón” esté sobre de usted presionándolo para dar resultados.
¿Ya imagino ese escenario? Para muchos con poca dignidad sería el trabajo soñado, para otros con tantita responsabilidad no pasaría por su cabeza hacer nunca algo así, bueno, al parecer varios de nuestros servidores públicos viven ese “sueño maravilloso”, el jueves fue algo así como el acabose en esta cuestión dentro de nuestro Congreso local.
La falta de quórum provocada por la ausencia de los diputados de Hidalgo, simplemente llevó a que la sesión de trabajo, de desquitar su sueldo, de entregar resultados de calidad, se tuviera que suspender varias veces porque los señores simplemente no estaban.
Y es que ya son varios que me han dicho que ser diputado significa que la “Revolución Mexicana” te ha hecho justicia, y qué por eso, pues hay que empezar a “festejarla” en un puente vacacional, que para muchas de estas personalidades empezó el jueves pasado y terminará hasta el martes venidero, 5 días de “puritito” esparcimiento, mientras los grades pendientes que deben de discutir y aprobar, seguirán durmiendo el sueño de los justos.
Parece que esta es una práctica cotidiana de varios de estos “angelitos” que quieren todo menos trabajar, desde septiembre con la independencia de México empezaron con sus desgarriates ya que se dieron varios días de puente, y ni que decir del día de muertos donde aparte de atole y tamales se echaron casi una semanita de inactividad.
Se ve muy claro que en esta legisladura hay “hartos” fiesteros, y es recurrente que se aprueben puentes vacacionales para que puedan reponer fuerzas, divertirse y según esto regresar ya con “la pila recargada” para cumplir con su titánica labor.
Labor que para colmo va a terminar antes de la mitad del mes de diciembre en donde por “disposición oficial” deberán cerrar sus trabajos, claro a menos que también se aprueben alguna sesión extraordinaria con el respectivo sobre sueldo por ese trabajo que tendrán que hacer demás.
La irresponsabilidad que los funcionarios cometieron no es cosa menor, es más, es tan grave que algo debería hacerse y ya, porque si hablamos de productividad y eficiencia, es decir, de logros y resultados, el score que cargan seguro es bajísimo, no se trata solo de dar resultados al aventón o en sesiones al vapor o maratónicas, donde por pura lógica el nivel de debate se ve reducido por el cansancio de estar sentado en el mismo lugar.
Por obligatoriedad, así como se sanciona al trabajador común y corriente, con mucho mayor razón se debería hacer algo para sancionar al diputado faltista, a aquel qué al parecer, o sigue instrucciones de un superior para “reventar” una sesión, o simplemente su trabajo no le interesa.
A final de cuentas su sueldo viene de nuestras arcas, de nuestro trabajo cotidiano, de nuestro esfuerzo en cada hora que imprimimos en la oficina o donde quiera que sea que estemos laborando, son nuestros impuestos los que mantienen a esta clase política.
Aclaro que no son todos, hay por el contrario diputados que honran su curul, que siempre están, y que se encuentran desquitando lo que se les paga, el problema es aquellos que no dignifican la labor de representarnos y hacer que este Estado mejore.
Pero como bien dicen por ahí, tenemos lo que nos merecemos, espero que en un futuro sepamos seleccionar mejor, porque para ver personajes enfundados con la playera del América (léase diputado Jorge Miguel García del PAN), o de plano no ver a nadie, ya fue suficiente.
Que pase un excelente fin.