La ley, las liturgias y la simulación
Dijo en estos días Andrés Manuel López Obrador que el candidato de Morena será elegido por medio de una encuesta. “Con quien se quiera inscribir, es libre, aquí va a ser por encuesta, no va a haber imposición, el que quiera inscribirse se inscribe en la encuesta”.
Las redes sociales y algunos compañeros se rieron un poco de la afirmación. Cualquier encuesta le daría el triunfo, y será un ejercicio inútil. Si se hará, es porque Morena tiene buenos abogados electorales.
Me explico: nuestra sobrerregulación electoral dice que, del 14 de diciembre al 11 de febrero, en la radio y la televisión solo podrán aparecer precandidatos, es decir, que haya algún tipo de competencia interna partidista, de eso se tratan las precampañas. Pero si solo hay un candidato interno, pues no hay precampaña. Como siempre, cada partido, en cada elección, piensa cosas diferentes sobre este tiempo; por ejemplo, que esa regulación solo tendría que ver con tiempos de radio y televisión y no por fuerza implica toda actividad pública.
Pero, ciertamente, hay riesgo de que la actividad de un solo precandidato sea considerado acto anticipado de campaña.
Insisto, los partidos son víctimas de su propia sobrerregulación.
Por eso no dudo de que López Obrador tendrá algún competidor.
Por eso el frente hará todo un rollo, cualquiera que ese sea del 14 de diciembre al 11 de febrero, para exhibir en radio y televisión su nueva marca y hacer como que hace un método abierto para elegir a su abanderado.
La liturgia priista tiene un problema. Si solo hay un aspirante, un “precandidato”, ¿puede haber precampañas? ¿Inventarán a otro aspirante medio florero para poder ocupar los espacios de radio y televisión?
Es el primer acto de liturgia priista con un presidente en funciones después de nuestras múltiples reformas electorales.
La pregunta es si con este nuevo esquema y la vieja liturgia no llenaremos de pleitos en tribunales la elección. Pleitos, por cierto, que una vez más, nuestro laberinto legal en las elecciones dará espacio para cualquier tipo de cosas e interpretaciones.
Y, por supuesto, la simulación solo aumentará el mal humor y la incredulidad y…