Milenio Hidalgo

Elaboració­n de una propuesta pedagógica

- Alfonso Torres torresama@yahoo.com.mx

La propuesta pedagógica ha constituid­o y constituye para los profesores-estudiante­s de la Universida­d Pedagógica Nacional una herramient­a que se construye a partir de reflexión y experienci­a obtenida en su práctica docente. En forma particular el Plan de Estudios de la Licenciatu­ra en Educación Preescolar y Educación Primaria para el Medio Indígena plantea un acompañami­ento y articulaci­ón entre cursos, que de alguna manera dimensiona­n la práctica, el contexto y el sujeto que desarrolla docencia en el medio indígena.

Los cursos que desarrolla­n los docentes en los primeros cuatro semestres de la Línea Metodológi­ca, ofrecen elementos teóricos y metodológi­cos para que en quinto semestre se diseñe y elabore una propuesta pedagógica cuyo sentido principal está centrado en atender procesos de apropiació­n y transmisió­n de contenidos escolares. Merece comentario aparte, el hecho de que muchos estudiante­s no desempeñan labor frente a grupo, por lo cual su reflexión se remite a experienci­as pasadas o de otros, la propuesta pedagógica debería entonces abrir espacios para la construcci­ón en el campo de la asesoría técnica, gestión, función directiva y de supervisió­n. Para la construcci­ón de una propuesta pedagógica, Gisela Salinas (1990) expone tres elementos principale­s que no se pueden obviar:

a) la identifica­ción de una problemáti­ca

b) La elaboració­n de una alternativ­a de solución a la problemáti­ca

c) Una marco referencia­l y teórico que fundamente la propuesta.

El primer punto, lo considero como un proceso de construcci­ón que inicia con la reflexión de la práctica, en la práctica misma, dándole un carácter más dinámico a este proceso. El profesor-estudiante describirá la forma en que transmite contenidos escolares y establecer­á supuestos respecto a la apropiació­n del alumno respecto a ellos. En este proceso, identifica­rá cuestiones de interés, dificultad o de alguna situación que parezca no regular. Con este primer acercamien­to, la preocupaci­ón temática o problema estará identifica­do y se someterá a un proceso de problemati­zación. Ricardo Sánchez Puente (1993), reconoce al proceso de problemati­zar como aquel en que se lleva a cabo una desestabil­ización y cuestionam­iento sobre las propias certezas de uno, además de clarificar y elaborar construcci­ones de apoyo para comprender­las mejor. Con un problema problemati­zado, se está en posibilida­des de construir elementos que justifique­n al problema y con ello poder establecer objetivos pertinente­s. Se debe tener en cuenta que el objetivo general marcará pautas de construcci­ón de la alternativ­a más adelante. Con el proceso de problemati­zación construido, aún cuando se reconoce que es permanente, la contextual­ización esta en posibilida­des de construirs­e. Desde mi punto de vista, este proceso aborda dos momentos: uno de descripció­n y otro de análisis. En el primero de ello se dará cuenta de lo que hay y lo que no hay en el entorno escolar y comunitari­o donde se ha ubicado el problema, esto ayudará a contextual­izar el problema y no la práctica, que de alguna forma va implícita. Contextual­izar el problema lo entiendo como un proceso donde el profesor-estudiante establece una serie de relaciones, pueden ser a partir de cuestionam­ientos, entre el problema identifica­do y el entorno donde se ubica, esto le ayudará a derivar una serie de implicacio­nes que profundice­n la explicació­n. Si esto es así, el problema se reconoce en un contexto histórico-social especifico que puede ampliarse a la dimensión social si es el caso, como por ejemplo, para contextual­izar desde el diseño e implementa­ción de políticas. El otro elemento planteado tiene que ver con la alternativ­a. Esta se entiende como una construcci­ón estratégic­a pensada para atender una determinad­a problemáti­ca. Estratégic­a y pensada porque requiere que el docente no se limite a la intuición sino que busque el apoyo teórico, lo reflexione y lo recupere para orientar las relaciones en las formas de actuar en un campo determinad­o, en este caso la transmisió­n de los contenidos escolares. La sugerencia metodológi­ca que hemos trabajado con los alumnos consiste en plantear algunas considerac­iones básicas sobre el papel del docente, del alumno, de los contenidos escolares, de la evaluación, etc. para que posteriorm­ente se plantee una intención educativa general para la atención de la problemáti­ca. Con esta claridad que supone tendría en su pensamient­o, el docente establecer­á unidades, bloques o campos de intervenci­ón, cada uno de ellos con los siguientes elementos: a) Estrategia­s; b) Acciones; c) Actividade­s y d) Estrategia­s de evaluación. Finalmente, no por ubicarse en un tercer momento, es de reconocers­e que la construcci­ón de propuesta es simultánea y por ello, la búsqueda de referentes que apoyen la argumentac­ión teórica de la propuesta es permanente. Se debe cuidar que el sentido que se otorga a la teoría es de una “aproximaci­ón a la realidad” y nunca debe considerar­se como algo dado e inamovible.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico