“El crimen organizado no compra arte”
Tal vez adquiere "muebles, pero solo podemos recibir hasta 200 mil pesos en efectivo por lo que está descartado el lavado de la casa de subastas más grande de AL, dice el director
Leticia Sánchez Medel/ México
Para evitar verse envuelto en problemas de lavado de dinero, Luis Camilo López Morton, director de Morton Casa de Subastas, la más grande de América Latina, declara mensualmente las compras y ventas a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Explicó el galerista y subastador ante la pregunta ¿si un comprador viene del crimen organizado, una de las formas de lavar dinero sería comprar arte en una subasta?, planteada por Carlos Marín, director general editorial de Grupo MILENIO, durante la entrevista que sostuvieron en el programa El asalto a la razón: “El crimen organizado no compra arte, tal vez muebles, pero solo podemos recibir pagos en efectivo hasta de 200 mil pesos, de acuerdo con lo estipulado con Hacienda; arriba de esa suma tiene que ser con transferencia El dueño de la empresa sostuvo que se aseguran de que las piezas con que trabajan no sean robadas. o con cheque, por lo que está descartado el lavado de dinero en este terreno”, respondió López Morton.
En una charla donde se abordaron diversos temas, el dueño de Morton Casa de Subastas sostuvo que todo objeto es factible de subastar: joyas, muebles, libros, documentos, autos y vinos, con excepción de las piezas prehispánicas (porque lo prohíbe la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos) debido a que son bienes de la nación. “Se venden en todo el mundo, en Francia y en Inglaterra, menos en México”.
Con la máxima de que “todo se puede subastar”, Carlos Marín recordó que en su libro Manual de periodismo expuso que una de las grandes casas subastadoras Sotheby’s o Christie’s, puso a la venta “el pene de Napoleón”, en una caja muy especial, de acuerdo con una agencia de noticias decía que “el doctor que le había hecho la autopsia, le echó moche al pene de Napoleón”.
López Morton reconoció que, efectivamente, hay ocasiones en las que salen a la puja este tipo de objetos insólitos y de personajes históricos. “Nosotros subastamos las medias que llevaba puestas Maximiliano de Habsburgo, el emperador del Segundo Imperio que gobernó México de 1864 a 1867, cuando fue fusilado en el Cerro de las Campanas, el 19 de junio de 1917”.
Indicó López Morton que muchas cosas son difíciles de valuar, pero al fin al cabo hay un mercado de coleccionistas que quieren tener ciertas cosas para sus acervos. Frente a las cuestiones legales que se suscitan en medio de la subastas, ya sea por disputas entre las familias, o porque alguien se aparece y reclama ser propietario de alguna de las piezas a subastar, Luis Camilo López Morton, publicó De herencias y herederos. Manual de recomendaciones prácticas.
El especialista indicó que tras las experiencias vividas que lo han llevado a enfrentarse con la justicia, tomó la decisión de hacer este manual para tratar de evitar y dar solución a este tipo de situaciones.
El volumen es para los propietarios de objetos que se supongan valiosos, con el fin de que al hacer su testamento esté todo claramente especificado, y de esa forma evitar cualquier problema a la hora de una subasta. “El libro es una segunda edición corregida y aumentada de un manual que hicimos hace cinco años, donde damos tips y ciertas guías para que las personas sepan cómo pueden heredar sus pertenencias y que los herederos también tengan conocimiento de este asunto”.
Esta iniciativa surgió ante la cantidad de problemas que ha enfrentado Morton Casa de Subastas: “Hemos tenido situaciones civiles y penales y hasta ido a declarar el Búnker de la Procuraduría General de la República (PGR), porque es más fácil demandarnos como Casa de Subastas, que al hermano o al familiar, cuando no hay un testamento de por medio”.
El ejemplar es un instrumento para que las personas sepan lo que tienen y qué van a heredar, “porque, aunque no lo crean, todos tenemos algo que heredar”.
Otro de los aspectos interesantes es que Morton Casa de Subastas se cerciora de que una pieza que le lleven a subastar no sea robada, aquí la parte importante es que se firma un contrato con la persona que nos trae la pieza a subastar, que de acuerdo con la ley es la legítima propietaria. “Si hay alguna situación legal, que se la hayan robado, nosotros somos meros intermediarios, directamente se van sobre la persona, pero esto se tiene que demostrar ante el Ministerio Público”.
Por esa forma de trabajo Morton se ha posicionado como una empresa seria, que organiza dos subastas de arte latinoamericano al año, la próxima se realizará a fines de este mes; dentro de su catálogo destaca una obra de Leonora Carrington, de quien se conmemora el centenario de su natalicio, además de 240 lotes de pintura y escultura. La obra de la pintora surrealista tiene estimados de salida de 10 a 12 millones de pesos.
Los interesados en el tema pueden consultar la página www. mortonsubastas.com. M
“Nosotros subastamos las medias que llevaba puestas Maximiliano cuando fue fusilado”