CANTAR, UNA RAZÓN DE VIDA
Para su debut en el Lunario del Auditorio Nacional el viernes 24 de noviembre, la cantante oaxaqueña Geo Meneses ofrecerá un concierto íntimo con música mexicana. “Casi estaré cantándoles a los espectadores al oído —dice entrevista—. He concebido mi concierto como una obra de teatro en tres actos: el primero dedicado a la melancolía, al mal de amores; el segundo al jolgorio, al despecho, la ironía y al momento en el que uno se ríe de su dolor y, el tercero será una ofrenda a Oaxaca, mi tierra”.
Preocupada por ofrecer algo diferente en cada espectáculo, Geo ha invitado a músicos a los que admira, como el grupo Caña Dulce y Caña Brava, el chelista César Martínez Bourguet, el pianista Osmany Paredes, los cantantes Ricardo Morquecho y Amalia Romero, los guitarristas Daniel Rivadeneyra y Marco Durán y el trompetista Juan Manuel Arpero.
Geo asegura que “cantar es una razón de vida. La música hechiza y cambia tu estado de conciencia. Yo lo viví recientemente cuando con Ricardo Morquecho fui a cantarle a la gente que sufrió los destrozos del terremoto en Juchitán y Tehuantepec, sobre todo a los niños. Cuando empezaba a cantar, miraba como sus ojos se abrían y tenían un brillo distinto. Las mujeres y hombres también se acercaban y cantaban conmigo y luego lo hicieron en zapoteco. Al cantar en su lengua recordaban de qué están hechos, quienes son, cuáles son sus raíces y que tienen un corazón guerrero y van a salir adelante”.
Morquecho fue uno de los afectados por el terremoto. Sin embargo, refiere la cantante, “dentro de todo ese dolor, pues había perdido su casa, estaba cantando conmigo. Por eso lo invité al Lunario. Él cantará en zapoteco y nos brindará mucho de su corazón juchiteco”.
Geo Meneses se considera “una artista en resistencia. Canto con mucho amor, con mucha tenacidad. Es una lucha contra la mercadotecnia, contra los manejos de las grandes empresas discográficas, contra quienes están alejados de las manifestaciones culturales, de lo que puede ser sublime, de lo que enaltece el alma, el espíritu y hace reflexionar”.
A casi dos décadas de que editó su primer disco, Porque así tenía que ser, la artista oaxaqueña está orgullosa de sus nueves grabaciones, “dedicadas a evocar el repertorio más memorable de la música de nuestro país, a los grandes compositores, dejando un archivo musical para las nuevas generaciones. Mis discos se convierten en un cancionero sentimental y emocional, porque nos identificamos con cada una de sus letras, con lo que nos cuentan esas historias”.