Milenio Hidalgo

Fallecimie­nto de Bernard Law reaviva ira contra pederastas

El papa ofreció un mensaje de condolenci­as, en el cual evitó destacar cualidades del religioso, pero tampoco habló sobre el escándalo de abusos en Boston

-

LAFP y Notimex/ Ciudad del Vaticano a muerte del cardenal estadunide­nse Bernard Law, figura clave de un enorme escándalo de sacerdotes pederastas en Boston, EU, suscitó reacciones de enojo por parte de las víctimas, mientras que el papa Francisco dio un mensaje de condolenci­as con una actitud fría y en el cual evitó destacar cualquier cualidad humana o espiritual del fallecido, pero tampoco habló sobre el escándalo que rodeó su vida.

Algunas de las personas afectadas por miembros del clero católico de Massachuse­tts que cometieron actos de pederastia durante años manifestar­on mensajes de enojo: “Espero que tenga lo que se merece en el infierno”, dijo Alexa McPherson, a quien un sacerdote intentó violar cuando era niña. Law “no merecía funerales formales”, agregó. “Tengo 56 años y aún lucho con eso todo el tiempo”, expresó Robert Costello, víctima de abuso en su infancia por parte de un sacerdote cuando era parte de un coro. “Espero que (Law) haya Alexa McPherson, víctima de un cura cuando era niña, afirma que Law “no merecía funerales formales”. sufrido toda su vida sabiendo lo que hizo”.

Phil Saviano señaló: “Yo esperaba que su muerte secara esta fuente de ira, pero se ha reavivado (...) Eso muestra el impacto que tuvo en tantas personas, la rabia que queda después de tantos años”.

Las víctimas dieron una conferenci­a de prensa en la que lamentaron que Law nunca pudo ser juzgado. A comienzos de 2002, Law —quien en ese entonces era arzobispo de Boston— reconoció haber protegido al sacerdote Paul Shaney, contra el cual existían numerosas pruebas de abuso sexual de menores; también fue acusado de trasladar al cura John Geoghan de parroquia en parroquia, pese a saber que era sospechoso de haber abusado de hasta 130 menores.

Debido al escándalo, Law, quien murió a los 86 años tras una larga enfermedad, abandonó el arzobispad­o de Boston, pero luego fue nombrado arcipreste de la basílica de Santa María la Mayor, en Roma.

Una investigac­ión del diario Boston Globe, hecha en 2002, permitió revelar cómo la jerarquía católica, con Law a la cabeza, durante décadas cubrió de forma sistemátic­a los abusos sexuales cometidos por unos 90 sacerdotes en Boston y los alrededore­s.

Por estos artículos los periodista­s ganaron el prestigios­o premio Pulitzer y cientos de víctimas rompieron el silencio y terminaron testifican­do.

Spotlight, película que ganó el Oscar al mejor filme en 2016, retomó la investigac­ión del Boston Globe dando voz a los afectados.

Según un informe del Ministerio de Justicia del estado de Massachuse­tts, en la diócesis de Boston más de mil niños fueron víctimas de abusos sexuales por parte de 237 sacerdotes durante 60 años. Nacido el 4 de noviembre de 1931 en Torreón, Coahuila, Bernard Law —cuyo padre era coronel de la Fuerza Aérea de EU— creció en bases militares. Comenzó su preparació­n religiosa en 1953 y fue ordenado sacerdote en Misisipi en 1961. El sucesor de Law en la diócesis de Boston, Sean Patrick O’Malley, reconoció que su muerte removía “un gran abanico de emociones” y en un comunicado ofreció a las víctimas “disculpas sinceras por el mal causado, mis oraciones ininterrum­pidas y mi promesa de que el arzobispad­o les apoyará para lograr la sanación”.

La Sala de prensa del Vaticano difundió un mensaje de condolenci­as del papa Francisco, en el que evitó destacar cualquier cualidad humana o espiritual, pero también el escándalo que sacudió su vida. “Elevo oraciones de sufragio para que el Señor, Dios rico de misericord­ia, lo acoja en la paz eterna y envío la bendición apostólica a cuantos comparten el dolor por la desaparici­ón del difunto, que confío a la materna intercesió­n de la virgen María”, manifestó.

En los mensajes de este tipo es común que quede plasmado cómo el pontífce recibe al menos “con tristeza” la muerte de un cardenal y destaque ampliament­e su carrera eclesiásti­ca, enumerando cualidades personales.

Pese a la frialdad de las condolenci­as, el Vaticano realizará una ceremonia fúnebre, según lo marca el protocolo, en el altar de la cátedra de la Basílica de San Pedro.

Al final de la misa está previsto que el papa presida la ultima commendati­o y la valedictio, como se conoce los ritos litúrgicos para despedir a un cardenal fallecido.

“Tengo 56 años y aún lucho con eso... Espero que haya sufrido toda su vida”: Robert Costello “Yo esperaba que su muerte secara esta fuente de ira, pero se ha reavivado”: Phil Saviano

 ?? BILL SIKES/AP ??
BILL SIKES/AP

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico