Misterios de Navidad
Gilga ha notado que las precampañas toman densidad política: sin venir a cuento y cuenta, Meade ha dicho que los precandidatos que ya son candidatos deberían hacerse exámenes toxicológicos. ¿Solo Dios sabe por qué hizo esa propuesta?
Ala contribución de Gil de ayer en esta página del directorio, una mano desconocida le ha puesto unas comas desesperantes que Gamés no habría autorizado. Es verdad que a veces Gilga escribe dormido, pero no sobra decir que la puntuación es como la respiración, un acto personalísimo. Gamés estrujó sobre su pecho su periódico
MILENIO y farfulló: qué comas (Gil se refiere al signo de puntuación) más feas, intrusas, infaustas. Dicho lo cual abramos la puerta de la interesante actualidad, mju.
Al diván
Gilga ha notado que las precampañas toman densidad política: sin venir a cuento y cuenta, Meade ha dicho que los precandidatos que ya son candidatos deberían hacerse exámenes toxicológicos. ¿Por qué hizo esa propuesta el candidato Meade? Sólo Dios sabe. Igual pudo proponer, decía Gil, que los candidatos se psicoanalizaran. A Gil le gustaría que un analista de fuste y fusta dijera que
Liópez tiene una compulsión a la repetición, que Anaya desarrolló en su más tierna infancia un complejo edípico por el cual se corta el pelo a la brush y que la figura del padre ha sido para Meade el centro de una neurosis difícil de tratar. ¿Qué preferirían la lectora y el lector en la Presidencia: a un neurótico o a un histérico?
Liópez, precandidato de la coalición Juntos Haremos Historia, ha dicho que nunca fumó mariguana, aunque aceptó que es buena para la reuma. El sentido del humor de Liópez es de cemento armado. “Soy hipertenso, tengo que tomar un coctel de pastillas diarias para que no me aumente la presión y que no me hagan hacer corajes los de la mafia del poder”. Lo dicho: qué interesante se pone el debate político de los precandidatos, lo que sea de cada quien.
Examen de conciencia
Por su parte, el precandidato presidencial de la coalición Por México al Frente les pidió a Meade y al PRI un examen de conciencia. A Gil le gustan los exámenes de conciencia: este año Gamés escribió en esta página del directorio algunos artículos en contra de Liópez, para que más que la verdad. También le dio un tallón (así se dice) a Ackerman, hombre jurídico cercano a Liópez. Una temporada le dio a Gilga por hacer corajes con el nuevo PRI del viejo PRI y sus gobernadores que se robaron hasta las reservas federales. Gilga se refirió también a la gran estafa y a las universidades que sirvieron para triangular dinero negro. Y en esta página del directorio, Gamés se refirió a la violencia y la inseguridad, a la balacera y la matazón mexicana. En su examen de conciencia Gil concluye que es bueno, pero un poco malo, que tiene problemas con el control de sus impulsos y que le gusta escuchar “Los Agachados” con Tin-Tan.
Hope
Gilga no se pierde los artículos de Alejandro Hope. Estas contribuciones publicadas bajo el título de “Plata o Plomo” suelen ser precisas, inteligentes y no pocas veces terribles si se tratan de la violencia en México. En su artículo más reciente, Alejandro Hope estaba a punto de darse como Gilga de topes contra los muros de su no tan amplísimo estudio. En “Detengan las precampañas”, Hope escribe: “La campaña electoral empieza formalmente hasta el primero de abril. Por los siguientes dos meses los partidos políticos deberían estar enfrascados en sus procesos de selección de candidatos presidenciales. Pero eso supone que existe competencia interna. Y resulta que las tres coaliciones que agrupan a los nueve partidos nacionales ya tienen candidato: Andrés Manuel L(i)ópez Obrador, José Antonio Meade y Ricardo Anaya (…) Entonces, ¿para qué tener precampañas si el resultado ya está definido? Pues para darle la vuelta al calendario legal. Para empezar la campaña cinco meses antes de lo que marca la norma para colocar a los candidatos en la mente de los votantes. El ejercicio no es barato. En total el INE autorizó un gasto superior a 200 millones de pesos para las precampañas. Añádase una avalancha de spots de radio y televisión: 11.4 millones entre el 14 de diciembre y el 12 de febrero”. Hope tiene razón: campañas sin precampañas, o al revés; candidatos sin precandidatos, o al revés. ¿Cómo la ven? Dicho esto sin afán de un albur abusivo, Gilga considera que en el INE tienen que ver más bax.
Estos cuentos de Navidad le han puesto los pelos de punta a Gamés, sus nervios están destrozados. Además, Gil acusa cansancio. Por estas razones físicas y morales, Gilga pasa a retirarse a unas merecidísimas vacaciones. Hay que hacer el bacalao, los romeritos, el relleno del pavo, comprar el mazapán y el turrón y pegarle durísimo al aguinaldo. De no ocurrir algo gordo e imprevisto, Gamés volverá a esta página el ocho de enero, después de abrir los regalos de Reyes.
Todo es muy raro, caracho, como diría Leonard Cohen: “No hay que ser pesimista ni tener esperanza”.