Los 15 libros del 2017 /y II

La semana pasada me ocupé de los primeros siete títulos publicados en 2017 que debemos tener presentes; ahora presento los restantes ocho

Comenzamos la semana pasada con las recomendaciones que, a mi gusto, debemos tener presentes en materia de libros del año que concluye. Son 15, como marca el formato del programa de MILENIO Televisión que con Carlos Puig venimos haciendo desde hace tiempo. Ya en la entrega pasada me ocupé de los primeros siete, los que enumero aquí nuevamente para que el lector que no la vio la conozca completa: 1) 4 3 2 1, Paul Auster, Seix Barral. 2) Berta Isla, Javier Marías, Alfaguara. 3) Cartas a una joven desencantada con la democracia, José Woldenberg, Sexto Piso.

4) Breve historia de la Revolución rusa, Mira Milosevich, Galaxia Gutenberg. 5) Joyita, Patrick Modiano, Anagrama. 6) Arde memoria, Rafael Pérez Gay, Tusquets.

7) Teoría novelada de mí mismo, Sergio González Rodríguez, Random House.

Y ahora sí, entramos de lleno, aunque brevemente, a los que nos faltan:

8) Quemar las naves, Angela Carter, Sexto Piso. Según Salman Rushdie, autor del prólogo de esta edición completa de los relatos de la escritora británica, ésta murió “en el apogeo de sus poderes” narrativos. Conforme pasa el tiempo, la crítica y los lectores van confirmando que estamos ante una de las más completas, versátiles y encantadoras mujeres de letras del siglo XX.

9) Los sueños de la serpiente, Alberto Ruy Sánchez, Alfaguara. Una vuelta en clave novelística al “río de las ilusiones del siglo que saben convertirse en algo amargo”, un entramado donde los sueños quedan siempre atrás, superados por la pesadilla que los corroe. La libertad, la justicia y la utopía, todas atrapadas por la serpiente del totalitarismo, todo visto por un hombre que parece haber perdido la razón justo por entender la historia. Entre lo mejor de la obra de Ruy Sánchez.

10) Prosas reunidas, Wislawa Szymborska, Malpaso. Quien tenga la alegría de conocer a la poeta, puede todavía darse el inmenso placer de conocer a la prosista: absolutamente original, inesperada, diáfana y profunda a un tiempo, aun frente a los más pequeños títulos que se ocupa en reseñar, no digamos frente a los temas que aborda con enorme talento. Todo un redescubrimiento.

11) El cuento de la criada, Margaret Atwood, Salamandra. Un subtítulo apropiado, aunque largo, podría ser: “o de cómo la literatura distópica anticipa los proyectos del conservadurismo más rancio”, especialmente en lo tocante a la condición femenina. Primero son ellas las víctimas más evidentes de la siempre perversa conjunción de la religión y la política, pero en realidad se trata del control de toda la sociedad. Es una obra que puede verse como digna continuación de la de Orwell para los tiempos de hoy.

12) La vaga ambición, Antonio Ortuño, Páginas de espuma. Puros cuentos del mejor Ortuño, con un personaje que los recorre haciéndonos pensar en las penalidades, fortunas y pormenores de la vida literaria. Merecido Premio Ribera del Duero.

13) El triunfo del artista, Tzvetan Todorov, Galaxia Gutenberg. ¿Cómo fue la relación de los intelectuales y artistas con la Revolución rusa? Equívoca, producto de un espejismo a veces ideológico, otras veces simplemente romántico, para finalmente dejar luego abiertas las puertas a la censura, la persecución, el terror y, casi siempre, la muerte. Los que desde las ideas y el arte siempre se identifican “con las mejores causas”, deben leer con urgencia este libro escrito por una de las más grandes figuras intelectuales de Europa del siglo XX. 14) Sirenas, Carlos García Gual, Turner. Después de dirigir colecciones imprescindibles como la de Gredos en torno de la literatura y filosofía griegas, de elaborar el Diccionario de mitos y de regalarnos otras obras como La muerte de los héroes, uno de los mayores expertos en filología griega nos trae esta obra, que condensa mucho de lo que él sabe sobre estos fascinantes seres por los que los hombres han perdido y pierden la cabeza. 15) Vida y milagros de la crónica, Sara Sefchovich, Océano. Este género se impone hoy porque de muchas formas ya se había impuesto. Históricamente es lo que más y mejor se ha hecho en México, si bien no siempre ha sido reconocido del todo y ha quedado perdido en las páginas de la prensa. Por eso es tan oportuno que la autora se ocupe de él poniendo por delante su recorrido histórico, con grandezas y pobrezas, todas a debate.