Tres Tristes Tangos fusiona el klezmer con son, jazz y blues
La música de Europa del Este dialoga con la nuestra, de acuerdo con su contrabajista
Llevar el tango argentino y la música klezmer de Europa del Este a terrenos como el jazz manouche, el son istmeño, la improvisación y el blues es el propósito de Tres Tristes Tangos. Integrado por el clarinetista Daniel Paz, el acordeonista Silvestre Villarroel y el contrabajista Jorge González, el grupo acaba de presentar su primer disco, Planta baja.
En la primera encarnación del trío figuraban González y Paz, más Alex Daniels, quien luego fue sustituido por Villarroel. En un principio la idea era “explorar la música klezmer y algunos ritmos de las danzas gitanas, romanas, polacas y ucranianas, así como buscar un poco la conexión con el tango clásico de salón de los años 30 o 40 del siglo pasado”, dice el contrabajista en entrevista con MILENIO.
Asimismo, Jorge González refiere que durante los ensayos “empezaron a surgir ideas de composiciones propias y nos alocamos. Al principio pensábamos tener un repertorio más orientado hacia el tango, pero tomamos otra dirección y acabamos tocando solo tres canciones de este género”.
Planta baja, explica, “toma el título de una pieza de un músico ucraniano, que fue el primer tema que grabamos, e incluye desde piezas originales hasta una versión de “Pinotepa”, de Álvaro Carrillo. Son 90 minutos de música en 13 piezas”.
De producción independiente, el álbum es vendido directamente por los integrantes del trío y se puede adquirir en sus presentaciones. “La idea es que la gente está invitada a escuchar la música en vivo, que se lleven el recuerdo en el disco, pero que nos oigan de manera directa”, advierte González. La música ligada a Europa del Este tiene mucho impacto entre los jóvenes. ¿A qué atribuye este fenómeno? Creo que hay un diálogo cercano entre la música y las danzas vernáculas de Europa del Este con las de nuestra cultura. Tres Tristes Tangos es como una especie de mestizaje de aquella música con muchas otras influencias. Hace años escuché una versión increíble de “La llorona” con una orquesta de allá, y me cuentan que es una canción que a ellos también les habla. ¿Cuál es el valor de la música acústica? Me encanta pensar que hace unos 100 años la amplificación no existía, que la gente tocaba con instrumentos acústicos y la música se escuchaba tal y como salía de ellos. Ahora, tan acostumbrados a escucharla en una bocina, la experiencia es distinta. A mí me gusta cuando tocamos sin ninguna amplificación en lugares pequeños y la música llena el ambiente. A lo mejor no retumba, pero el aire se llena de esa vibra de otra manera.
El cd incluye desde piezas originales hasta una versión de “Pinotepa’” de Carrillo