Guerra sucia contra AMLO
Algunos opinadores dieron por hecho que Rusia interviene en las elecciones de México, sin que haya pruebas, ni tampoco las exigieron, pero igual opinan
Los gobiernos, políticos, ciudadanos y medios informativos proclaman su adhesión al supremo valor de la verdad, pero el mundo actual parece que ha sucumbido a la mentira.
Los medios de comunicación son utilizados frecuentemente para divulgar machaconamente hechos deformados para oprimir la mentalidad de la gente.
Observamos con preocupación cómo las redes sociales difunden sin cortapisa versiones falsas que son aceptadas como verdaderas.
Muchos opinan sin tener conocimiento de causa y sin asumir ninguna responsabilidad. En buena medida se ha creado un universo informativo caótico, donde reina la confusión y la oscuridad, la agresión y el miedo. Nada o poco se entiende.
Algunos opinadores dieron por hecho que Rusia interviene en las elecciones de México, sin que haya pruebas, ni tampoco las exigieron, pero igual opinan.
Todo el escándalo empezó por una frase, de solo nueve palabras, que pronunció en una conferencia en Washington el consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el teniente general Herbert Raymond McMaster: “Ustedes han visto señales (de injerencia rusa) en la campaña presidencial mexicana”.
Como escribí hace ocho días, lo de McMaster me recuerda a los perros de rancho: ladran después de que otros perros ladraron a lo lejos, sin haber visto por qué lo hicieron.
No hemos visto nada de lo que dijo McMaster. No hubo pruebas ni explicación alguna, pero en México algunos voceros comentaron como los perros de rancho.
Javier Lozano, vocero de José Antonio Meade, aprovechó la oportunidad que llegó de Washington y se lanzó contra Andrés Manuel López Obrador, a quien llamó López Obradorovich, en seguimiento de la guerra sucia con letreros manipulados en bardas de Caracas con el nombre de López Obrador para engañar al público.
Con sentido del humor, muy escaso en estos días, AMLO se burló de la burda maniobra a través de un video, quien situado en el muelle de Veracruz, supuestamente esperando la llegada de un submarino ruso, señaló que el vocero de Meade dijo que él vive del “oro de Moscú”, pero replicó López Obrador que solo tiene al “loro de Palenque” allá en su rancho.
De esta manera, fue McMaster, cercano colaborador del mentiroso presidente de Estados Unidos, quien influyó en la elección presidencial de México, con el apoyo del PRI, mientras que el FBI investiga los nexos del equipo de la campaña presidencial de Donald Trump con los rusos. ¡Qué cinismo!
La manipulación informativa de Washington no contaminó las relaciones diplomáticas entre México y Rusia, pero en cambio sí afectó la relación con nuestro país. Sobre todo, luego de la enésima agresión de Trump con sus acostumbrados tuits contra México, al que calificó como “el país más peligroso del mundo”.
México ni siquiera se encuentra entre los 10 países más inseguros del mundo. Según el Global Peace Index de 2017, que coloca a nuestro país en el lugar 22, Siria es el más peligroso. Pero el vocero del PRI ahora se queda callado. Trump se queja de las llamadas fake
news (noticias falsas), cuando él mismo se ha convertido en la principal fuente de desinformación, con particular saña hacia México.
Hizo muy bien la Secretaría de Relaciones Exteriores en desmentir a Trump. Lo hizo de manera inmediata, sobria y bien fundamentada. Destaco positivamente el último punto del comunicado:
“México no negociará el TLCAN, ni ningún otro aspecto de la relación bilateral, por medio de las redes sociales o los medios de comunicación”. Parece que Luis Videgaray finalmente se dio cuenta de que con Estados Unidos no se puede tratar desde una posición de aquiescencia. Se nota el cambio de estrategia mucho más firme.
El filósofo francés Jean-François Revel, quien después de haber sido socialista se convirtió en crítico del totalitarismo soviético, denunció en su obra El Estado megalómano la propaganda del gobierno.
Hoy la principal fuente de manipulación informativa existe en las redes sociales, que parecen secuestradas por políticos manipuladores.
El público consciente no se deja engañar por las noticias falsas a través de Twitter, Facebook y Google, que mucha gente ingenua da por buena, con consecuencias gravísimas para la democracia.
El Instituto Nacional Electoral debe contribuir a frenar la manipulación informativa en consulta con los representantes de los partidos y de las redes sociales, para no ahuyentar a los ciudadanos de las urnas.
Gane quien gane la elección presidencial, el nuevo presidente tendrá el apoyo de los mexicanos para enfrentar al actual huésped de la Casa Blanca.
Elegir al presidente de México debe ser una decisión bien informada, sin manipulaciones externas ni internas. El futuro de nuestro país está en nuestras manos, o mejor dicho, está en nuestro buen juicio.
Posdata
La incorporación de Vanessa Rubio como coordinadora de la Oficina del precandidato del PRI, José Antonio Meade, augura ambiente tenso en el equipo de campaña. En la cancillería se le recuerda por su mal humor y trato difícil. Veremos cómo resulta la relación con Aurelio Nuño y con otros pesos pesados.