Milenio Hidalgo

EL SEÑOR DE ZELONTLA TIENE QUE LLEGAR A LA PARROQUIA

Las rutas de transporte público tuvieron que cambiar su parada tradiciona­l, debido a que las calles fueron ocupadas para los puestos que estarán hasta que la tradiciona­l feria patronal concluya y los habitantes vuelvan a la normalidad

- POR IGNACIO GARCÍA FOTOGRAFÍA JORGE SÁNCHEZ

El cielo luce despejado. Es el segundo día de la tradiciona­l Feria Patronal del Señor de Zelontla en Real del Monte y miles de personas comienzan a acercarse a la iglesia del pueblo minero más colorido del estado.

La tradición establece que el señor de Zelontla debe ser trasladado a la parroquia por la tarde. Los puestos están en la avenida principal desde la entrada del Real del Monte por el Instituto de Artes de la UAEH hasta los portales. Ríos de personas avanzan en el centro del colorido pueblo.

Puestos de chalupas, tacos, quesadilla­s y todo tipo de antojitos mexicanos se ofrecen, mientras que otros exhiben ropa cálida para soportar las bajas temperatur­as de los últimos días como gorros, bufandas, guantes y suéteres tejidos de lana que ayudan a aguantar el frío.

La noche llega y con ella las luces que acompañan a una fiesta patronal que después de la Feria del Paste que se realiza en octubre es la segunda celebració­n más importante de Real del Monte, pero la más importante para los fieles católicos que antes de degustar un taco celebran al señor de Zelontla en la parroquia con flores y velas de todos tipos y tamaños.

“Es una tradición que me heredaron mis papás y a ellos mis abuelitos y así”, dice Claudia Sánchez González, una mujer que carga un crucifijo de casi un metro de altura y que lo llevó a bendecir para aprovechar las festividad­es del señor de Zelontla.

Y aunque adentro de la parroquia todo es solemnidad y respeto, por fuera se vive una fiesta distinta, en la que algunos aprovechan para tomar bebidas alcohólica­s, otros escuchan música de diferentes tipos desde boleros románticos hasta música de banda y de reguetón.

Las rutas de transporte público tuvieron que cambiar su parada tradiciona­l, debido a que las calles fueron ocupadas para los puestos que estarán hasta que la tradiciona­l feria patronal concluya y después todo volverá a la normalidad para el pueblo mágico.

Hoy se llevará a cabo la misa de la parroquia a partir de las 8:00 horas y al mediodía se celebrará la misa de los cajoncitos para continuar con varias ceremonias religiosas durante el día para concluir con el regreso del señor de Zelontla.

La fiesta también es conocida como la ceremonia del Dulce Nombre y es dedicada al santo patrono de los mineros del Real del Monte y durante tres días, regularmen­te en la segunda semana de enero, se llevan a cabo procesione­s religiosas y otro tipo de eventos.

Este año, dicen los propios pobladores, no se hizo mucha publicidad para atraer turistas como anteriorme­nte, pero los fieles se siguen acercando y el turismo se nutre por las noches, cuando el pueblo minero se llena de vida.

Hay poco frío y eso es un aliciente para que las personas visiten el Real del Monte y es la última oportunida­d para que los comerciant­es obtengan ganancias significat­ivas, después de las bajas ventas que se registraro­n en las fiestas de año nuevo.

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Desde la tarde de ayer empezaron a llegar los visitantes.

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