LLEGAN CENTENARES PERO NO COMO 2017
Hubo buena afluencia turística durante la feria patronal en el Real
Durante el último día de actividades de la feria patronal en honor al Señor de Zelontla, en Mineral del Monte, comerciantes locales y pobladores indicaron que aunque hubo buena afluencia turística no se superaron las expectativas en comparación con años anteriores.
Enrique Benítez Bautista, guía independiente, colocó durante los tres días un módulo de información a las afueras de la iglesia dedicada a este santo, desde donde monitoreó que bajó considerablemente la llegada de visitantes tanto locales como foráneos. “En Real del Monte habitamos alrededor de 20 mil ciudadanos, pero para estas fechas muchas personas originarias de aquí, pero que radican en otro lado, regresan al pueblo a venerar al patrono de los mineros, el cual su nombre significa compañero; esta vez faltó que vinieran más”, dijo.
Comentó que desde hace varios años trabaja como guía con diversas empresas turísticas locales y a partir del año pasado instaló el módulo de información turística. “En ediciones anteriores de la fiesta hubo más actividades y los turistas se acercaban a preguntarme por todo lo que se puede hacer y visitar; en esta ocasión casi no se acercaron y los que vinieron cuestionaban mucho por los puerquitos encebados que eran toda una tradición, así como el barril encebado y las gallinas locas”.
Añadió que según lo que observó durante el fin de semana, muchas personas se fueron decepcionadas porque la cartelera cambió de último momento y se cancelaron algunas actividades. “En presidencia municipal mis compañeros me explicaron que lo de los puerquitos y gallinas, que eran atractivos fuertes, se suprimieron por cuestiones de maltrato animal y pues los visitantes estaban enojados porque no se respeto el programa”.
Enrique mencionó que entre otras cosas, esta vez se cambiaron varias costumbres como la sede de la Misa de los Cajoncitos, “además sacaron de su iglesia del Señor de Zelontla y lo pasaron para la principal, todos llegaban y se persignaban frente al templo que siempre lo alberga, pero al entrar se daban cuenta que no estaba ahí, entonces tenían que caminar a buscarlo en la otra capilla”.
En este contexto, lamentó que las actividades religiosas no tuvieron fuerte presencia. “Normalmente el sábado se saca al Señor de Zelontla y nuestra Señora del Rosario que son los dos santos que desfilan en las peregrinaciones, anteriormente las personas de herencia minera participaban y cargaban a los santos, pero eso se está perdiendo y ya no hubo tanta concurrencia”.
Apuntó que mediante el sondeo que realizó se dio cuenta que llegaron visitantes de Puebla, Ciudad y Estado de México, Zacatecas y de otros pueblos mágicos. “Aquí seguido tenemos eventos, el más importante fue este, pero después seguiremos con los carnavales, la Feria de la Plata y del Paste, así que habrá oportunidad de recuperarse”.
Finalmente, recordó que la fiesta al Señor de Zelontla data de inicios del siglo XVII, cuando la imagen llegó a Real del Monte. “El santo patrono de los mineros no era del pueblo, llegó de España por encargo de una familia acaudalada, pero cuando la peregrinación que lo llevaba hacia lo que hoy es la Ciudad de México llegó al Real, el santo se puso muy pesado, por lo que los peregrinos pidieron posada una noche, al siguiente día cuando lo quisieron levantar, estaba tan pesado que no lo pudieron mover y decidieron dejarlo aquí”.
Desde entonces, apuntó, hay muchas historias sobre su aparición en las minas. “Una de las prácticas más importantes que aún se conserva es la Misa de los Cajoncitos, en la que las familias llevan a los niños que no están bautizados. Los papás eligen unos padrinos que se encargan de forrar el cajón para hacer una especie de cuna y meter al niño, durante la misa, con la capa que usualmente porta el santo, se cubre al pequeño como símbolo de protección”.
El santo patrono no era del pueblo, llegó de España por encargo de una familia acaudalada