¡QUEREMOS MÁS CONFERENCIAS EXPRÉS!
Guillermo GUERRERO
Ayer Meade presentó algunas medidas anticorrupción en una conferencia de prensa que duró ¡tres minutos y 40 segundos! ¡Qué maravilla! Los demás precandidatos deberán aprender las ventajas de los discursos rápidos Al grano Nada de darle vueltas al asunto, hay que decir lo que la gente quiere oir. Veinte segundos bastan para decir “estamos en contra de la corrupción y le vamos a quitar la lana a los disolutos, nomás no me vayan a investigar,
cuyeyos”, y listo, todos a desayunar. Hay menos posibilidades de que te malinterpreten Si dices pocas cosas, la prensa no va a tener de qué preguntarte. Además, si tu discurso no supera los dos párrafos, te aseguramos que va a salir íntegro en los portales de noticias y los reporteros te van a amar porque tendrán que trabajar menos. Win! Das la impresión de que estás muy ocupado ¿Tú confías en las personas que te detienen en la calle a darte una letanía? Claro que no. Es mejor que llegues con cara de preocupación, eches un pequeño choro y te vayas. Así la gente pensará que tienes algo más importante que hacer que estar con ellos. ¡Pelagatos! Lo que importa es la actuación Un acierto del Dotor Mit fue que al final de su discurso entregó, a la gente que lo acompañaba en el estrado, una carpeta con iniciativas de ley. ¿Qué traía la carpeta? ¿Era la carta de un restaurante? ¿Venían vacías? Misteriooo. Por lo pronto, todos nos fuimos con la finta.