ONU plantea pacto mundial para proteger a migrantes
Estados Unidos considera que el proyecto choca con sus intereses
El pacto global sobre migración que las Naciones Unidas prevé aprobar este año incluirá compromisos específicos para reforzar la protección de los migrantes y aumentar las vías de inmigración legal, según el primer borrador hecho público ayer en Nueva York.
El documento, preparado por México y Suiza, será ahora objeto de negociación entre todos los países miembro con vistas a su adopción en una cumbre en Marruecos prevista para diciembre próximo.
El texto incluye una amplia lista de compromisos para proteger a los migrantes durante sus viajes y para mejorar sus condiciones de vida, pero también para abrir más vías de inmigración regulada o luchar contra la discriminación.
Entre otras medidas, destacan promesas concretas de parte de los países como la de recurrir a la detención de inmigrantes únicamente como “última opción”.
Los naciones también se comprometerían a dar a los inmigrantes documentación que les permita acceder a servicios públicos sin importar su estatus migratorio, a facilitar la reunificación familiar o a asegurar que no sean discriminados frente al resto de ciudadanos al momento de obtener servicios sociales.
El borrador también busca luchar contra los abusos laborales, terminando con la práctica de vincular los visados de trabajo a un único empleador para prevenir violaciones de los derechos de los inmigrantes y darles más oportunidades de tener un trabajo decente.
Además, los países también pactarían hacer más para salvar vidas en las rutas de inmigración, como en el mar Mediterráneo, y para combatir a las mafias que trafican con personas.
La comunidad internacional ve necesario ampliar las vías de migración legal para enfrentar las realidades demográficas y de los mercados de trabajo, para facilitar educación y brindar protección en situaciones de emergencia.
El acuerdo, bautizado como Pacto Mundial para una Migración Segura, Regular y Ordenada, no será vinculante, por lo que la aplicación de esos compromisos es voluntaria.
De las negociaciones se ha desmarcado ya Estados Unidos, que considera que el proyecto choca directamente con los principios del presidente Donald Trump en materia migratoria.
La idea de negociar este pacto fue aprobada por jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo en una cumbre celebrada en Nueva York en septiembre de 2016.