Habilidades blandas en las ingenierías
Una economía emergente, como la nuestra, requiere integrar cada vez más personas en la sociedad y economía de conocimiento. Los retos no solo están en tener una sólida formación profesional sino en capacidades que permitan dirigir y manejar a personas y organizaciones. Entre las tendencias más relevantes de transformación en el trabajo se encuentran las que buscan que el profesionista combine competencias y habilidades “duras” con “blandas”.
Las blandas son aquellas que complementan la formación académica como el liderazgo, la dirección, la gestión, la comunicación efectiva, la negociación, o la inteligencia emocional. Este tipo de habilidades son muy importantes en las ingenierías, donde ahora se busca que el egresado sea capaz de aplicarlas.
Combinar este tipo de competencias permite al(la) ingeniero(a) contar con una serie de beneficios prácticos: primero, en los procesos de cambio e incertidumbre que viven la gran mayoría de las organizaciones, se puede tener equipos de trabajo capaces de entender y gestionar el cambio de forma más asertiva. Segundo, permite una mejor dirección de equipos de trabajo multipropósito u orientados a proyectos. Tercero, permite que las organizaciones estén más orientadas al trabajo en equipo, mejorar los procesos y orientarla siempre hacia ciclos de mejora continua.
El mayor impacto se encuentra en que el egresado que es capaz de explotar su talento tanto en áreas duras y blandas, es un profesionista con recursos para integrarse en cualquier tipo de organización, con visión para entender los grandes procesos de transformación y con elementos que le permiten mejorar el estado de las cosas.
Las Instituciones de Educación Superior tienen gran responsabilidad en la búsqueda de ofertar programas capaces de dar respuesta a estas necesidades de futuro.