Evaluación de encuestas
Las precampañas, intercampañas y campañas electorales se destacan y descubren el objetivo de tener una explicación razonable de los resultados de sus estrategias y manejos en el mercado político electoral.
En una campaña electoral no hay mejor indicador que los resultados de los sondeos que arrojan la realidad de la presencia del candidato así como la medición del impulso de la aceptación de la ciudadanía, tratando por este medio generar un efecto más positivo que ayude a mejorar su estrategia o seguir la misma táctica; de tal manera que los buenos resultados de los sondeos de opinión pueden tener beneficios para una campaña pese a que la cobertura de las tres etapas de precampaña, intercampaña y campaña están llenas de mensajes, muchos provenientes de la estrategia electoral de la misma, mientras que otros reflejan la opinión de los columnistas y expertos políticos así como los medios de comunicación; todos parten de los sondeos o las encuestas electorales.
Por esta razón, los efectos de la perspectiva se reflejan en los resultados de la encuesta y a la vez pueden beneficiar o dañar cualquier campaña.
De estas cosas es por lo cual México vive este fenómeno, las campañas de las tres alianzas importantes: México al Frente, (PRD, PAN, Movimiento Ciudadano), Juntos Haremos Historia, (Morena, PT, PES), Todos por México (PRI, Partido Verde Ecologista, PANAL) tratan de idear una explicación a los impactos de los resultados para reducir al mínimo el daño o aprovechar al máximo el beneficio que les favorece, sabiendo que todos los partidos políticos tienen encuestadores propios o presta nombres quienes realizan sus propios sondeos para verificar su posición ante el electorado; por ello, la mayoría de los encuestadores no revelan su metodología y mucho menos dan a conocer sus bases de datos porque su intención no es informar a los ciudadanos la realidad de la posición en la que estén sus candidatos, sino únicamente promover el voto.
Es especialmente importante cuando los partidos políticos sugieren que los resultados de las encuestas pueden reflejar diversas lecturas a favor o en contra, ambas expectativas generan problemas de interés; por esta razón, resulta útil que el electorado sepa siempre quién patrocina la encuesta, que metodología se implementó y toda la información que se le requiere respecto a la descripción del diseño de la encuesta, de manera que sea bien realizada, proporcionando con ello otra perspectiva a la estrategia de la campaña electoral y sobre los temas que son importantes para la sociedad.
Las encuestas aunque tienen por objetivo determinar la intención del voto, siguen cometiendo los mismos errores de las anteriores elecciones y la gente ya no confía en ningún resultado. Es utilizada como medio de informar a los ciudadanos lo que quieren, no la perspectiva real de la gente; por ello, se originan numerosas críticas hacia los encuestadores que se aprovechan de este tema para el lucro comercial y para enriquecer sus empresas, sabiendo sin duda alguna que se pueden encontrar errores e irregularidades estadísticas en cualquier tipo de encuesta aplicada a la estadística del pronóstico.
La lectura de todas las encuestas nos da indicadores diversos de una realidad: la percepción ciudadana, la cual nos deja en duda la confianza de esas empresas que copian las mismas cifras, mismos indicadores, variables y que no están sujetos a la realidad de una metodología clara.
Por el bien de la relación entre partidos políticos y ciudadanos, el INE debe obligar a todos esas empresas a que revelen su metodología y bases de datos que les llevó a estos resultados para que el mexicano tenga la confianza e información, no sea víctima de un mal manejo estratégico electoral que pueda llevar a un caos innecesario en el país para las próximas elecciones.
Cabe recordar que estas lecturas que manifiestan o señalan que Andrés Manuel López Obrador en caso de no ganar las elecciones generará un motivo de rebeldía y acusaciones en contra de todas las instituciones mexicanas por posible fraude.
Lo visto a la fecha, indica que las bases de datos no marcan la realidad de la situación de la percepción ciudadana, que Andrés Manuel López Obrador puede ser mejor posicionado y conocido por la gente, pero no garantiza que la gente emita su voto de confianza hacia él para el día de la elección. m