¿Y es que todos llevamos un cavernícola adentro?
Nuestra capital hidalguense siempre está llena de relatos que demuestran nuestra realidad social y la manera en cómo no comportamos.
Distamos mucho de vivir en el estrés que genera una gran ciudad, y que puede llegar a provocar que un ciudadano común y corriente, llegue a “descomponerse emocionalmente”, sin embargo, lo ocurrido en la semana es digno de contarse.
Lady Parquímetros llegó a ser trending topic en menos de 24 horas, ya que el video donde se observa a esta mujer “descomponerse” ha sido visto cientos de miles de veces en el internet y como era de esperarse desató todo tipo de comentarios.
La inteligencia emocional es un fenómeno que de manera reciente ha sido estudiado a detalle, y nos refiere a la capacidad que tenemos como seres humanos de regular nuestras emociones, la palabra repito es: “regular”, es imposible de acuerdo con los que saben, que lleguemos a controlar la emoción, esta queramos o no, va a brotar, va a salir, se va a mostrar delante de los demás, lo “inteligente” es saber cómo, cuándo y con quién sacarla.
Esta “Lady”, es sin duda el ejemplo claro de la incapacidad racional que cada día es más común entre la gente.
El no querer pagar 2 pesos por simplemente ir “de rápido” a hacer una diligencia, provocó que le colocaran la famosa “araña” a su llanta, y al escuchar la “desorbitante” cantidad que tendría que pagar (son menos de 500 pesos) por no cumplir la ley, desencadeno que, desde lo más profundo de su ser, emergiera ese “cavernícola” que todos llevamos dentro y desconectara su parte pensante.
En efecto, a nivel cerebral eso es lo que pasa, nuestra corteza prefrontal, la más evolucionada y que nos da el título de Homo Sapiens, deja de tomar control sobre nuestras acciones y emerge lo que los neurócientíficos llaman glándula amigdalar que es el principal núcleo de regulación de las emociones y sentimientos en el cerebro.
Daniel Goleman experto en inteligencia emocional, llamó a este fenómeno “el secuestro de la amígdala”, para explicar este tipo de reacciones incontrolables, en donde esta pequeña estructura colocada más menos a la mitad del cerebro toma el control del mismo y provoca una momentánea e inmediata pérdida de control emocional, provocando las reacciones más desquiciantes o poco creíbles de hacer por parte de las personas,
Y es que, a Doña Parquímetros, ese chistecito no menos de 8 mil pesos le costará, todo repito, por no pagar dos pesos. Si no ha visto el vídeo, “googlelo” como dicen ahora, y sabrá de lo que le estoy hablando.
Las frases de: “con qué derecho me hacen esto” o la de “por qué me hacen esto” y acto seguido ver como destroza su camioneta, son la muestra del descontrol cerebral de esta mujer, ya que nadie en su sano juicio hubiera optado por una decisión así.
¿Qué hacer? Sería la gran pregunta cuando estemos en situaciones similares, la respuesta es sencilla, aunque harto difícil, es no dejar que nuestra parte lógica de nuestro cerebro se escape, debemos entender lo que está pasando en ese momento, y para ello, la sugerencia es simplemente contar, así es, contar del uno al número que usted quiera, eso permite tener a su cerebro aquí y ahora, la otra más complicada es centrarnos en nuestra respiración y reconocer como entra y sale aire de los pulmones, así aseguraremos que ningún demonio saldrá de nuestro interior.
Bueno, además no puedo dejar de decirle, que podremos estar en total desacuerdo con este asunto de los parquímetros, pero el camino debe ser otro, no podemos vivir las reglas de la jungla donde el más fuerte es el que gana, debemos ser pensantes y conscientes de lo que hacemos y respetar las leyes establecidas, para eso están, para ser cumplidas, nos gusten o no.
Que pase un excelente fin. m