Se enganchó en los dimes y diretes
Interrogado sobre si está usando la PGR para perseguir al candidato del frente, Ricardo Anaya, Enrique Peña pidió a los medios no engancharse en los “dimes y diretes” propios de los competidores, situación propia de todo proceso electoral, y se comprometió a no fijar posición para cada uno de los aspirantes. De hecho, ofreció que su única participación será con el voto del 1 de julio.
Diez días después, Peña está metido de lleno en la campaña o, para decirlo con propiedad, en la intercampaña. Ni dos semanas pasaron antes de que rompiera su compromiso, con todo y que se le deje el beneficio de la duda en cuanto a que no está echando mano de las instituciones contra uno de los candidatos.
El martes dijo en Veracruz que solo ve en uno de los contendientes “los atributos” para llevar las riendas de la nación, “solo en uno”. Un regalo para Andrés Manuel López Obrador, quien ironizó de inmediato con que, como el Presidente no dio nombres, de seguro se refería a él. Solo 48 horas después, Peña Nieto reincidió en Jalisco, donde llamó a la ciudadanía a mantener el rumbo del país, ergo, a votar por su único gallo.
Rota la promesa de no intervenir, es natural que Peña Nieto mantenga el discurso de indirectas e insinuaciones, de dimes y diretes, en lo que resta de la intercampaña y a lo largo de la campaña. Parece una buena noticia no para el supuesto beneficiario de los halagos, José Antonio Meade, sino para López Obrador, que suele capitalizar cada descuidado dicho presidencial, y para Anaya, quien así, con cada irrupción del mandatario, sostendrá su discurso de que está siendo víctima de un embate del aparato del Estado.
Y encima, el equipo de Meade, el formal, no el de Los Pinos, sigue en modo reactivo. Mientras Anaya viaja a Alemania y se hace un sitio en la agenda de Angela Merkel, la mujer más poderosa del mundo, y AMLO se reúne con Noam Chomsky, uno de los más respetados politólogos a escala internacional, ellos siguen con sus cartulinas en los medios, con Javier Lozano y Enrique Ochoa como sus voceros, respondiendo a cada movimiento de sus adversarios. Nada han armado más allá del afortunado #YoMero. Un desastre.
La inercia hasta hoy demuestra que a cada movimiento en falso del Presidente, más precipita a su candidato al vacío.