2018: una elección gigante
Cuando se ve el tamaño de la elección que viene, uno duda de la inteligencia de haber concentrado tantos procesos en la misma jornada electoral.
Nunca ha corrido hacia una misma fecha de elecciones tanta adrenalina, tanta diversidad regional, tantos candidatos que literalmente se juegan el pellejo, pues, para una proporción muy alta de ellos, perder las elecciones de este año puede ser sinónimo de perder la libertad, de ir a la cárcel.
En un panorama de corrupción, como el que domina la República, la búsqueda de fuero mediante un cargo de elección es un motivo central, no tan oculto, de muchos de los contendientes.
El año político de 2018 trae en la barriga una elección de la Presidencia de la República y del Congreso federal, 30 elecciones locales de presidentes municipales y diputados, y nueve gubernaturas.
Puesto todo junto, contando desde síndicos municipales hasta presidente de la República, hablamos de una elección en la que se disputarán unos 18 mil cargos.
¿Cuántos candidatos saldrán a la batalla? Si se piensa que para cada cargo habrá al menos cuatro aspirantes, hablamos de 72 mil candidatos.
El padrón electoral es de 88 millones, 8 más que hace seis años. Casi 13 millones de esos ciudadanos votarán este año por primera vez, en alguna de las 156 mil casillas que habrá en todo el país, manejadas por un millón y medio de ciudadanos sorteados al efecto.
Las autoridades electorales deberán fiscalizar unos 140 informes de los partidos sobre sus gastos en campaña y resolver unos 50 mil juicios por denuncias de los actores.
El INE, que concentrará sus esfuerzos en la elección federal (800 cargos en disputa) tendrá cinco semanas para fiscalizar los gastos de campaña. Y el tribunal electoral, solo unos 10 días para emitir sus sentencias definitivas.
“¿Qué es lo que está haciendo el INE hoy de cara a las elecciones de 2018?”, se pregunta Lorenzo Córdova, presidente de ese instituto. Responde. “Preparándose para la tormenta perfecta”.
Todo esto y mucho más puede leerse en las entrevistas de Saúl López Noriega al propio Córdova y a Janine Otálora, presidente del tribunal electoral, en la revista