Spots partidos: la gran estafa
El pasado viernes dieron inicio las campañas electorales, con ello restan un poco más de 90 días de saturación de mensajes políticos en radio y televisión, alrededor de 23 millones de promocionales más a través de casi 3 mil estaciones de radiodifusión. Vaya saturación inútil.
Al revisar los spots de los candidatos presidenciales (siate-medios.ine.mx), se observa que las frases recurrentes, los lugares comunes y los ataques políticos están presentes.
Son mensajes huecos, frases como “hay muchos mexicanos que no comen tres veces al día”, “yo no me voy a subir a ese avión” o utilizando promesas de un nuevo programa social, ¿en qué solucionan las necesidades básicas de la ciudadanía?
Insultan la inteligencia de las audiencias y potenciales electores si piensan que por ese tipo de mensajes todo se va a solucionar; por ejemplo, votar por el PAN y sus aliados garantizará a millones de pobres comer tres veces al día con los elementos nutricionales requeridos; o vender el avión presidencial en 7 mil 500 millones de pesos y destinarlos al “beneficio del pueblo” como dice Morena, ¿son suficientes para un país con 53 millones en pobreza de acuerdo con el Coneval?; por su parte, el partido en el gobierno propone un nuevo programa social, como ha sucedido en otros sexenios (Solidaridad, Progresa, Prospera, etcétera). Nada nuevo.
Aquí entra el dilema de por qué financiar a la política y regalar tiempo aire en medios a los partidos, cuando en otras democracias esto no es necesario, y aun con menos regulación no se presentan conflictos o quejas frívolas como en nuestro país.
Esto demuestra que la reforma electoral de 2007 y la imposición de dar tiempos gratuitos a los partidos resultó una gran estafa, pues mal usan tiempos oficiales para engañar con inauditas propuestas.
Una muestra más del absurdo modelo soviético de comunicación lo desnudó el Tribunal Electoral, al considerar que el PAN utilizó los tiempos gratuitos para un tema personal y agredir a un medio; no es el único caso, tenemos el uso de imágenes de comunicadores o tomar fragmentos de su noticia en lo que les beneficia o impedir organizar debates.
En todos estos casos ha estado la presencia de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT) a través de la figura del amicus curiae y la justicia electoral ha dejado claro el respeto por la libertad de expresión.
Así las cosas: un fraude el uso de los tiempos oficiales.m