Confían en que La cuarta compañía atrape a la audiencia
Amir Galván y Mitzi Vanessa Arreola, directores de la premiada cinta que retrata el crimen organizado del penal de Santa Marta, celebran que llegue a los cines
Tras ganar 10 estatuillas en los premios Ariel, incluida Mejor Película, La cuarta compañía dirigida por Amir Galván y Mitzi Vanessa Arreola, llega a las salas para revelar la corrupción y violencia que existió en el penal de Santa Marta en la década de los 70, a través de la historia de Zambrano, que es interpretado por Adrián Ladrón.
Basada en hechos reales, la historia narra la vida de Zambrano, un joven de 20 años, quien llega a la citada prisión, tras haber cometido un robo de auto. Al ingresar al penal busca integrarse al equipo de futbol americano de la cárcel llamado Los Perros de Santa Marta; sin embargo, dentro de ese grupo se encuentra la Cuarta Compañía, un escuadrón que maneja los vicios y el crimen organizado, bajo el servicio de El Negro, El Comisionado de la Policía de Ciudad de México, amigo del ex presidente José López Portillo. “Es la película más premiada de los últimos tiempos; para ponerla en contexto tiene un Ariel menos que Amores Perros, un Ariel más que El laberinto del Fauno y nos hace sentir muy honrados; la gente decía que tal vez era muy premiada, pero que no se había visto. Espero que haya mucha expectativa por verla”, comentó Vanessa, la directora, quien pensó, en cierto momento, que la trama no llegaría a estrenarse. El director, a la izquierda, con el elenco y la directora.
Al igual que su compañero en la dirección, Amir, ambos coinciden en que la película requirió mucho cuidado, ya que se filmó dentro del penal con presos reales y los actores tuvieron que convivir con algunos de ellos, proceso que no fue fácil ni rápido, ya que se llevaron seis en años en escribirla y otros más en filmarla. “La hicimos con mucho cuidado, tejimos a mano durante muchísimos años, más de diez de acercar una historia que no había sido contada, que combina varios géneros... Es una película entretenida, pensada en el público, que es generosa, que invita a la reflexión al mismo tiempo que comparte distintos tipos de emociones a la hora que la ves”, destacó Galván.
Incluso, hubo algunos problemas para terminar la filmación dentro de la prisión, por lo que se pausó por un año y medio; después se reanudó el trabajo, los directores no querían ficción, querían algo real por lo que tardó una década en terminarse este proyecto; además quieren que el público también haga una reflexión sobre lo que sucede en la justicia de nuestro país, la delincuencia y todo lo que el sistema penitenciario conlleva, bajo órdenes de las mismas autoridades.
“Queremos hacer una invitación abierta a una conversación pública sobre el sistema carcelario, sobre el espejo retrovisor que es el pasado, en un momento coyuntural del país, que es el de la alternancia, que es de elegir cuál va a ser el destino de los próximos seis años o más de la vida pública del país, y siempre tener estos elementos que aparentemente son de entretenimiento, pero que cruzan la frontera , ayuda a la reflexión, al voto razonado”, comentó el director.
La cinta tendrá su “propio lugar en la vida cultural, artística y de entretenimiento”, como lo menciona Vanessa; sin embargo, también mencionó que es necesario saber qué es lo que ha pasado cuarenta años después de haber descubierto las anomalías. “Queremos saber dónde están los Zambranos de ahora, queremos saber a dónde va el dinero que roban las cuartas compañías, donde está la cuarta compañía 14.6x10.5