Peña Nieto se reinventa
Me siento profundamente orgulloso del mensaje que nuestro presidente le dio a Donald Trump a partir de sus más recientes provocaciones y de la reacción del Senado a las mismas.
Es uno de los mejores discursos que algún presidente haya dado en la historia reciente de México, un video que pasará a la posteridad.
Enrique Peña Nieto se mostró fuerte, pero al mismo tiempo sereno. Sus ideas fueron claras. Sus referencias, magistrales.
Palabra por palabra ese texto vale oro. No tiene desperdicio y, sí, mucho de admirable.
Se me hizo sensacional que el señor haya mencionado, con respeto, a los cuatro candidatos a la Presidencia de la República.
Me pareció fantástico que apelara a las frases de los grandes presidentes de Estados Unidos.
Y estoy convencido de que tuvo la razón tanto al dar ese mensaje como al compartirlo con el pueblo de México a través de diferentes plataformas.
Para él hubiera sido muy fácil, como en otras ocasiones, guardar silencio, aguantar, resistir.
Pero no. Ahora sí habló y habló como los mejores estadistas del mundo.
Ojalá que este discurso se esté observando en otros países porque, más allá de la respuesta a Trump, representa un reposicionamiento para México a escala externa e interna.
A escala externa porque es un “¡Ya basta!” y porque está lleno de verdad.
A escala interna, porque nos sensibiliza sobre todo lo positivo que hay aquí, genera una sensación de orgullo, nos une.
¿Sabe usted lo que significa unir a un país polarizado por las elecciones, por los rencores y por mil y una circunstancias políticas, económicas, sociales y culturales?
Es un milagro que podría llenar de gloria a Enrique Peña Nieto en su salida de la Presidencia de la República, un acto que lo podría convertir en una figura legendaria, entrañable.
Para mí sí es importante señalar esto porque nuestros presidentes, siempre que se van, dejan algo así como un fantasma de insatisfacción.
Por eso los votos de castigo, por eso la mitología sobre monstruos como “El Chupacabras”, sobre alimañas como “las tepocatas” o sobre entidades siniestras como “La mafia del poder”.
Esto que acaba de suceder podría significar un cambio.
Donald Trump le está haciendo un favor a Enrique Peña Nieto al sacar lo mejor de él y de su equipo.
Éste no es ni el personaje de los memes ni el enemigo de muchas personas con otras inclinaciones políticas.
Es un hombre nuevo que sabe responder, que le da su lugar a todas las corrientes ideológicas y, lo más importante, que está haciendo su trabajo, que está defendiendo a México, que nos está defendiendo a usted y a mí. Ojalá que esto no se pierda en los próximos días porque bien utilizado nos podría ayudar a todos a volver a creer en nuestro país, a recuperar muchas cosas hermosas que se han perdido en los últimos años y a reinventarnos como una nación que se sabe grande y poderosa, tan digna como Estados Unidos.
Me siento profundamente orgulloso del mensaje que nuestro presidente, el presidente de todos los mexicanos sin importar inclinaciones políticas, campañas electorales, odios o amores, le dio a Donald Trump a partir de sus más recientes provocaciones y de la reacción del Senado a las mismas. ¿Usted no?
Ojalá que este discurso se esté observando en otros países porque, más allá de la respuesta a Trump, representa un reposicionamiento para México a nivel externo e interno