Dona periodista al INAH su acervo fotográfico
La Fototeca Nacional exhibirá 50 imágenes hasta el próximo 27 de mayo
Alrededor de 90 mil negativos en blanco y negro, algunas impresiones y hojas de contactos, entre otros elementos que han sido parte de la labor fotográfica del fotoperiodista mexicano Ulises Castellanos (1968), a lo largo de más de 30 años de trayectoria profesional, serán donados a la Fototeca Nacional del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH); la colección abarca de 1985 a 2005, periodo en el que fotografió algunos de los sucesos nacionales e internacionales más relevantes de finales del siglo XX.
El fotoperiodista expuso que al cumplir medio siglo de vida tomó esta decisión con el fin de que un amplio público interesado en el fotoperiodismo pudiera acceder a su vasto acervo, pero sobre todo convencido de que estará bien resguardado para su mejor conservación y preservación.
El egresado en Ciencias de la Comunicación por la UNAM y maestro en Narrativa y Nuevas Tecnologías en la Universidad Panamericana (2015-2017), manifestó que el acervo estará a disposición de investigadores y personas interesadas en diversos temas o personajes que como fotoperiodista tuvo la oportunidad de registrar con su lente. “La donación de mi acervo físico de la era analógica es una manera de recordarle a las futuras generaciones lo sucedido a diversas sociedades en el mundo en los últimos 30 años, y me parece que el mejor lugar para resguardar este acervo es la Fototeca Nacional”, afirmó.
Comentó que los 90 mil negativos que entregará este jueves 12 de abril a la Fototeca Nacional son resultado de más de 2 mil 400 coberturas realizadas con cámara análoga, técnica que abandonó entre 2002 y 2003, aunque llegó a utilizarla esporádicamente hasta 2005.
En el marco de la donación se inaugurará la exposición Memoria. Fotografío para no olvidar, integrada por 50 imágenes en blanco y negro y a color, de diversos formatos, que resumen parte de la labor fotoperiodística de Ulises Castellanos en la cobertura de sucesos relevantes, como el surgimiento del movi- miento zapatista en Chiapas, el atentado a las Torres Gemelas en Nueva York, el drama de los refugiados en Medio Oriente, la Cuba posrevolucionaria y China en transición económica, entre otros. La exhibición muestra su etapa amateur, que inició con la cobertura del terremoto de 1985, de la cual se incluye una imagen de los multifamiliares Juárez. “Estas imágenes son importantes para mí, tomadas cuando recorría una ciudad destruida. Son significativas porque, entre otras cosas, ahí fue cuando decidí ser fotoperiodista”, afirmó.
Prosigue una serie de fotografías del levantamiento zapatista en Chiapas, en 1994, que fue el bautismo de fuego para él y su generación. Recordó que llevaba una pequeña maleta para una cobertura de tres días y se quedó meses para cubrir la irrupción de la guerrilla. “Allá aprendimos en el terreno, con el ejército y la guerrilla, caminábamos largas distancias, los guerrilleros hacían contacto con nosotros en una suerte de emboscadas, ya una vez identificados seguíamos transitando”.