Postura oficial sobre el fallo del Tribunal
Los magistrados repararon la injusticia y garantizaron nuestros derechos y, aunque con más de diez días de desventaja, se logró el objetivo de estar en la boleta
Araíz de la conmoción y opiniones divididas que ha causado la sentencia de la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, es nuestro deseo explicar por última vez y de una manera muy sencilla las razones que nos llevaron a impugnar los actos del Instituto Nacional Electoral, lo cual clarificará que esta resolución no es solamente justa, sino elemental, democráticamente hablando.
En un principio, cuando comenzó la etapa de recolección de firmas, el INE estableció un mecanismo en el cual se informaba a todos los aspirantes el avance que iban teniendo diariamente, así como los apoyos que por alguna razón tenían inconsistencias, hasta llegar al final de dicho proceso y finalizar la candidatura con un número de más de un millón 200 mil firmas en la lista nominal.
Sobre el resto de los apoyos, la autoridad dijo (sin poder comprobarlo nunca) que contábamos con un número elevado de inconsistencias, mismas que tras revisar algunas de ellas, resultó que estaban mal clasificadas por el INE y que en realidad sí eran válidas; en algunos casos resultando en márgenes de error por parte de ellos de hasta 25 por ciento.
Posteriormente, el instituto nos informa que hicieron una verificación nueva de las firmas que ya nos había dicho se encontraban en la lista nominal y que nos ponían muy por encima del umbral de firmas necesario.
Tras esta nueva revisión que no estaba contemplada ni en los lineamientos, ni en las reglas que la propia autoridad había aprobado para dicho efecto, se nos iban a reducir 387 mil firmas que ellos mismos habían clasificado de manera incorrecta, dejándonos a 31 mil apoyos para alcanzar el mínimo necesario para cumplir el requisito de la candidatura.
Después de aquello, nosotros le solicitamos al INE dos cosas:
1.- Que nos dejara revisar el más de un millón de firmas que según ellos tenían alguna inconsistencia.
2.- Que demostrara que esos apoyos eran en realidad los que nosotros habíamos enviado y no otros que pudieran ser sobrepuestos.
Sobre la primera petición, el instituto nos dio solamente cinco días en los que únicamente pudimos revisar 387 mil apoyos y no los restantes 810 mil que faltaban, subrayando que ellos mismos reconocieron que se equivocaron en su clasificación en miles de ellos, lo cual nos dejó a menos de 2 por ciento del umbral requerido.
Sobre la segunda petición, el INE nunca pudo demostrar ni comprobar que los apoyos con inconsistencias que ellos decían eran en realidad los que nosotros enviamos.
Constituyendo esto algo evidentemente injusto y violatorio de nuestros derechos, acudimos a la sala superior del Tribunal Electoral para, precisamente, pedir justicia sobre el actuar de una autoridad que evidentemente pretendía dejarnos fuera de la competencia por errores que ellos habían cometido y por un proceso de recolección de apoyos ciudadanos que ellos mismos habían diseñado mal.
Al decidir, los magistrados coincidieron en nuestros planteamientos, repararon la injusticia y garantizaron nuestros derechos y aunque con más de diez días de desventaja, se logró el objetivo.
Eliminando las especulaciones de pasillo y afirmaciones sin fundamento de algunos consejeros del INE (sobre las que el propio tribunal afirmó pudieran incluso causarles responsabilidad administrativa), en los hechos tenemos que ni el INE ni alguna otra autoridad han podido acreditar y probar debidamente una sola ilegalidad en el tema por parte de Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco.
Finalmente, queremos recordarles que este Tribunal Electoral, injustamente criticado, es la última línea de defensa de los mexicanos frente a un INE que tiene márgenes de error de hasta 25 por ciento en sus verificaciones y conteos. *Gobernador con licencia de Nuevo León y candidato independiente a la Presidencia de la República