¿QUÉ HACER SI UN CANDIDATO LLEGA A TU CASA?
La nueva estrategia de los aspirantes para acercarse a los ciudadanos es ir casa por casa y pedir asilo. Algunos, como Xóchitl Gálvez, se quedan a dormir y otros, como Ricardo Anaya o Meade, solo van de pasadita. Para que no lo agarren de sorpresa, esto es lo que tiene que hacer si un día llegan con usted
1) Guarde todas sus cosas de valor.
Enseñe a sus hijos a juntar su reloj, cartera, alhajas y el garrafón con monedas que tiene en la cocina, para que lo escondan en el ropero. Candidatos vemos, mañas no sabemos.
2) Aproveche que llegó un par de manos extra.
Si quieren platicar con usted sobre las propuestas de gobierno, por lo menos que ayuden a quitarle las piedras a los frijoles, a deshebrar el pollo o a descabezar el maíz pozolero. Platicando y trabajando, dirían las abuelas.
3) Encierre a sus mascotas.
No vaya a suceder como cuando Xóchitl Gálvez quiso acariciar un perrito y éste se le aventó con una mordida directo al cachete. Cuide a sus animalitos, luego se vayan a enfermar y el veterinario está muy caro.
5) Al otro día. 4) Actúe con naturalidad.
No trate de quedar bien: si usted pasa las noches viendo el Golden Channel, echando caguamas en la calle, tomando cubas mientras ve YouTube o sobándose las patrullas después de pasar tres horas en el transporte público, sígalo haciendo. Que vean cómo vive 99.9 por ciento de los mexicanos.
Si el candidato se quiere ir a dar su conferencia de prensa mañanera, no lo deje. Primero tiene que esperar su turno en el baño, preparar el desayuno, corretear el camión de la basura y llevar a las bendiciones a la escuela. Como todos lo hacemos, pues. ¡Y mándelo en microbús!