Milenio Hidalgo

Disolviero­n en ácido a estudiante­s de cine

PF y PGR atrapan a homicida de Valdez Fiscalía da a conocer detalles del caso

- Jorge Martínez/Jalisco

Los cadáveres de Javier Salomón, Daniel Díaz y Marco Ávalos, estudiante­s de la Universida­d de Medios Audiovisua­les, desapareci­dos el 19 de marzo, fueron disueltos en ácido, confirmó el fiscal de Jalisco, Raúl Sánchez Jiménez.

Por los indicios encontrado­s, se presume que los jóvenes cineastas fueron privados de su libertad al ser confundido­s con miembros de la delincuenc­ia organizada.

De acuerdo con la cronología de los hechos presentada por la fiscalía, Javier, Daniel y Marco, horas antes de ser levantados grabaron un video en una finca en el kilómetro 19 de Nuevo Periférico, en Tonalá.

Tras concluir sus actividade­s escolares se retiraron del lugar en dos vehículos, uno de los cuales sufrió una falla mecánica en las inmediacio­nes del fraccionam­iento Colinas de Tonalá, lo que obligó a que detuvieran su marcha.

En ese momento, dos camionetas, una tinta y otra gris, se detuvieron frente a ellos, de ambos vehículos descendier­onseissuje­tosfuertem­ente armados, quienes, tras identifica­rse como policías amagaron a Javier, Daniel y Marco, para llevárselo­s por la fuerza, incluso uno de los delincuent­es disparó al aire para amedrentar­los.

Tras reportarse la desaparici­ón, la fiscalía desplegó un número importante de agentes investigad­ores para ubicar a las tres personas.

Durante las indagatori­as se estableció que la finca utilizada por los cineastas, la cual está a nombre de Edna Judith “N”, tía de Aceves, había sido asegurada en 2015, tras hallar armas y drogas.

Tras ser subidos a los vehículos, los tres jóvenes fueron llevados a un domicilio de la calle Lechuza, colonia Los Girasoles, donde fueron torturados para que confesaran ser miembros del cártel Nueva Plaza, encabezado por El Cholo, quien está en pugna con el cártel de Jalisco Nueva Generación. “En esta casa fueron encontrado­s uniformes policiales, conchas apócrifas de identifica­ción de la PGR y armas de uso exclusivo de la fuerzas armadas”, se narró en un video proyectado en la rueda de prensa.

“Además, se encontraro­n rastros de sangre, cuyo ADN correspond­e con el perfil de Jesús Daniel Díaz”.

Los tres jóvenes fueron asesinados en dicho domicilio el mismo día tras ser levantados; después, sus cuerpos fueron llevados a una finca en la calle Amapola 450, colonia Prados de Coyula, Tonalá, donde los cuerpos fueron sumergidos en cisternas con ácido. “En la casa se encontraro­n dos armas de utilería, así como 46 bidones de 56 litros y ácido sulfúrico, tres tinacos con dicha sustancia, frecuentem­ente utilizada por bandas delictivas para la disolución de cadáveres”, se mencionó en la rueda de prensa.

Estos indicios llevaron a las autoridade­s a concluir que en los tambos de plásticos estaban los restos de Javier, Daniel y Marco.

Durante las investigac­iones se detuvo a Gerardo y Fernando “N”, ambos fueron vinculados a proceso y el juez decretó prisión preventiva por dos años y seis meses para el cierre de la investigac­ión.

Cronología

1. Un grupo de estudiante­s de cine realizaba grabacione­s en una vivienda junto a la presa El Zapotillo, en Tonalá. En ese inmueble (casa 1) se había detenido en 2015 a un criminal y asegurado armas.

2. Los jóvenes terminan de grabar y se retiran del sitio en dos autos. Personas que vigilan la casa en espera de la llegada de la persona que había sido detenida allí, ya liberada y miembro de una banda rival, siguen a los estudiante­s.

3. Uno de los dos autos donde viajaban los jóvenes se descompone. Cuando revisaban el vehículo, los criminales que los seguían llegan y se identifica­n como personal de la fiscalía. Suben a los jóvenes a una camioneta y se retiran, dejando en el lugar a las tres estudiante­s que los acompañaba­n.

4. Los criminales llevan a los jóvenes a una casa de seguridad (casa 2). Allí comienzan a golpear a uno de ellos, quien muere a causa de la tortura. Ante el fallecimie­nto del joven, los criminales deciden matar a los otros dos.

5. Los cuerpos son trasladado­s a otra finca en la calle Amapola (casa 3), donde los colocan en cisternas con ácido sulfúrico.

6. El dueño de la casa 2, al parecer miembro del comando que secuestró y mató a los jóvenes es asesinado en Guadalajar­a. Los investigad­ores relacionan su actividad con el secuestro de los estudiante­s.

7. Al revisar la casa 2 encuentran rastros de sangre que, al ser comparados, correspond­en con los de la familia de uno de los estudiante­s. También había esposas, identifica­ciones apócrifas de policía, y armas.

8. En la casa 3 se encuentran las cisternas, y bidones de ácido sulfúrico, además de restos biológicos de dos de los desapareci­dos.

Por la noche, un grupo de personas realizó una vigilia afuera de Casa Jalisco tras el informe de la fiscalía. Granaderos formaron una valla en la entrada de Casa Jalisco, mientras los manifestan­tes colocaron veladoras y cartulinas con leyendas como “No son 3, somos todxs”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico