Luis Miguel vs. el debate
La noche del domingo pasado ocurrió algo que ya casi no pasa en la televisión. Prácticamente todos estábamos viendo lo mismo. Dejo que Álvaro haga la crítica al formato del debate presidencial, porque no podría coincidir más con él, pero el hecho es que el entretenimiento en redes, paralelo al asunto, estuvo de risa loca, o como bien escribió mi amigo Rafa Sarmiento en Twitter: “Fav si tienes ese sentimiento de que quieres llorar, pero estás cagado de la risa”.
Lo cierto es que en redes el debate fue tratado de la misma manera que una ceremonia de premios, pero a lo bestia. Los comentarios eran en muchos casos certeros, chistosos, los
memes a la orden del momento y los bots trabajando como si fueran humanos que les importa. Confieso que siento algo de culpa de haberme divertido tanto, porque temo mucho por el futuro de nuestro país. Pero, ¿qué es la tragedia sin su toque de comedia?
En este caso, sin embargo, nos estamos saltando el habitual y necesario elemento del tiempo para reír de lo absurdo.
Y sí, debo decir que sentí mucho orgullo de nuestra compañera Azucena Uresti, quien no dejó pasar una (mucho menos la intención “literal” de
El Bronco de cortar brazos) y así representando a la nueva generación de periodistas aguerridos y profesionales que vamos a necesitar más que nunca de aquí en adelante.
Una vez dicho todo esto, quiero mencionar que pasó algo por primera vez en Netflix que jamás habíamos vivido a tal magnitud en México y fue un experimento extraordinariamente exitoso. Aunque la mayoría de las series de la plataforma se suben completas ya hay varias que van capítulo por semana, según salen en la televisión en Estados Unidos. Por ejemplo, Designated Survivor o Dinastía (cómo amo esa mala telenovela gringa). Pero que yo sepa, no existe para muchos ya la costumbre de esperar a que desesperadamente se suba un solo capítulo a un sistema de
streaming. Y eso, al menos todo indica, lo lograron en México con la serie de Luis Miguel.
Más allá de lo divertido que es reconocer las referencias, al los personajes, los cameos, todo, está el hecho de que Netflix tuvo la inteligencia de retrasar, solo por esta vez, una hora la disponibilidad del primer capítulo.
Pero algo les aseguro: El rating de muchos debates y programas que se transmitieron posdebate sufrió el domingo a las 10 de la noche, porque muchos necesitábamos relajarnos con las tragedias de la infancia y adolescencia de Luis Mi. Creo que será un evento familiar el domingo a las 9 de la noche ver cada capítulo de esta serie para muchos. Con todo y que se puede ver en el momento que uno quiera.
¿En serio?
¿Ya se le saturó su WhatsApp a
El Bronco y ahora quiere que le escribamos por DM?