LOS NIÑOS Y LA SEXUALIDAD
Uno de los principales temores de padres y madres de familia es qué decir, cómo actuar y qué esperar cuando sus hijos e hijas pregunten “sobre sexo”. Lo piensan así, con esa palabra: “sexo”, como si los retoños fueran a preguntar cosas de película tres equis.
La buena noticia es que no es tan difícil como parece hablar con ellos sobre cualquier tema de sexualidad humana, siempre y cuando los adultos estén preparados para tocar el tema.
Por eso, a pocas horas de festejar el Día del Niño, aquí les doy algunos consejos sobre cómo abordar el tema, encontrar información, responder sus inquietudes y sentirse seguros con lo que hagan para que los más chicos crezcan de manera sana y segura. Primero que nada, es necesario comprender qué es la sexualidad. Es común pensar que involucra únicamente los encuentros eróticos penetrativos, pero no es así. La sexualidad humana abarca una serie de condiciones culturales, sociales, anatómicas, fisiológicas, emocionales, afectivas y de conducta que acompañan y caracterizan a cada persona desde que está en el vientre materno y hasta que muere. Involucran lo erótico, sí, pero también quiénes somos, cómo nos percibimos y nos vemos, cómo es nuestro cuerpo, cómo actuamos en sociedad, de qué manera nos impacta el exterior para conformarnos como seres humanos. En todo ello están involucrados aspectos biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales. Es decir, ¡es muchísimo más de lo que solemos creer! Además, es una parte esencial para cada uno, no un hecho aislado que se pueda o no ejercer.