El voto de Belinda
Claramente Belinda es ciudadana y tiene todo el derecho a opinar y tuitear lo que quiera a favor de quien quiera. Claramente muchos de los que están con AMLO celebrarán cada vez que alguien de alto alcance se dé a conocer como su seguidora.
Evidentemente los que están en contra del candidato opinarán al respecto. Y sin la menor duda comenzarán las suspicacias y dudas que ya parecen tradición en cada ciclo electoral sobre las intenciones y motivaciones de todos lados. Habrá más de esto, no me queda la menor duda, pero por ahora yo me hago una pregunta:
¿Los seguidores de Belinda de verdad cambiarían su voto, porque ella dijo lo que dijo? ¿Es un momento tan histórico que la gente que jamás habíamos visto involucrada con las decisiones políticas de este país ha decidido, por convicción, que era momento de manifestarse? ¿De verdad Belinda o cualquiera piensa que alguien de los que estuvo ahí ganó el más reciente debate? ¿Qué causa más pasión, los fans de Belinda o los de AMLO a la hora de las redes sociales?
A estas alturas ya nadie se sorprende que por ambos lados habrá insultos, polémica y descalificaciones y seguramente todo eso estuvo calculado por parte de la cantante, quien no es nueva ante el tema de la controversia, al tomar su decisión. Pero me pregunto: ¿Qué tanto le sirve este candidato? ¿Qué tanto nos dice sobre las prácticas y sobre todo los seguidores de quien busca ser el nuevo sistema? A fin de cuentas, Belinda es clara imagen de la cultura pop de un México en cierto momento de la historia. ¿Qué habrá cambiado para ella?
Me recuerda un poco a la frustración que sentíamos hace un par de días cuando queriendo ver tráiler de ciertas películas en YouTube, siempre nos aparecían los primeros segundos del spot de Anaya antes de que pudiéramos ver lo que venía. Acabamos gritándole a la pantalla. Nos alejó del experimento. Nos frustró. Hizo todo por desalentar un voto a su favor.
Claro, la publicidad, la propaganda sigue encontrando nuevos caminos. Y muchos son orgánicos, otros claramente no, pero el agotamiento y la frustración que todos estamos sintiendo a estas alturas de ninguna manera se va a desvanecer porque nos avienten más elecciones a nuestro entretenimiento.
Insisto, claro que Belinda puede expresarse. Claro que puede tomar el riesgo de que muchos saquen conclusiones fuertes por los antecedentes que tenemos en tiempos electorales con algunos partidos políticos y Twitter. Claro que llamó la atención por ser quien es.
Y por supuesto que no hay lugar para agredirla, como lo han hecho miles, ni por su condición social, fama o lo que sea. Puede creer en lo que quiera. Y nosotros podemos decidir si creerle, o no.