Marchan por renuncia de Ortega tras nuevos choques
Opositores exigen “justicia” ante los crímenes; suman ya 76 muertos
VDPA y AFP/Managua arios cientos de nicaragüenses se manifestaron ayer en Managua y exigieron la renuncia del presidente Daniel Ortega, tras una noche de graves disturbios que dejaron dos muertos y 60 heridos en León y Chinandega (occidente).
Portando banderas de Nicaragua, los manifestantes también demandaron “justicia” para las víctimas de la violencia que afecta al país desde hace cinco semanas y donde la mayoría de fallecidos eran jóvenes estudiantes.
La protesta pacífica estuvo encabezada por líderes de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que agrupa a universitarios, representantes de la sociedad civil y del sector privado, que han impulsado las protestas antigubernamentales.
Según un informe preliminar de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), 76 personas murieron y 868 resultaron heridas durante los primeros 25 días de protestas. El gobierno solo registra 18 muertos.
La crisis comenzó el 17 de abril con una protesta estudiantil contra una reforma del Seguro Social, luego revocada, que afectaba a miles de trabajadores y jubilados. Las manifestaciones se multiplicaron tras la violenta reacción de la policía y fuerzas paramilitares.
Los últimos sucesos violentos ocurrieron la noche del miércoles, cuando activistas del gobierno atacaron dos “tranques” (retenes) de manifestantes cerca de la ciudad de León, 90 kilómetros al noroeste de la capital, y en la cercana zona de Telica.
Los paramilitares dispararon armas de fuego y morteros (bombas caseras) contra los manifestantes en el “tranque”, como se conoce a las barreras de piedras, troncos y adoquines, construidas para bloquear las carreteras rurales y las avenidas en la ciudad.
Otro ataque ocurrió en un “tranque” en la ciudad de Chinandega (noroeste), donde se reportaron al menos cinco heridos.
Horas antes, en Madriz (norte), paramilitares disolvieron con violencia un mitin de campesinos. Un abogado resultó herido por el impacto de un mortero, dijo la activista social Haydeé Castillo.
Estos hechos sucedían mientras en Managua se realizaba la tercera sesión de trabajo del diálogo nacional, suspendida de forma indefinida por los obispos católicos de la comisión mediadora al no alcanzarse acuerdos sobre la agenda a discutir.
El gobierno exigió la disolución de los “tranques” y acusó a los opositores de pretender “un golpe de Estado”, al plantear la renuncia de Ortega y elecciones anticipadas.
Esa posición la reiteró este jueves el canciller Denis Moncada, jefe del equipo negociador de Ortega, al leer en televisión un comunicado instando a despejar las vías y retomar el diálogo en una comisión mixta (tres del gobierno y tres opositores) sugerida por los obispos mediadores y que aún no se ha reunido.
Dos fallecidos y 60 heridos dejan ataques de paramilitares en León y Chinandega