Falleció Juan Alfonso Castillo Burgos, gran editor y librero

En el norte del país, en especial en Monterrey, las librerías que llevan su apellido se convirtieron en un referente para el mundo del libro, pero hubo un momento en que quiso hacer otra apuesta y empezó a editarlos, a través de un sello que llevaba su apellido, para lo que hasta se trasladó a Ciudad de México, pero terminó por regresar a su tierra adoptiva, donde falleció a los 81 años de edad.

Nacido en Mérida, Yucatán, Juan Alfonso Castillo Burgos desarrolló distintas actividades antes de ingresar al mundo del libro: a los 14 años tuvo su primer trabajo como payaso y trapecista en un circo, y posteriormente fue farmacéutico, antes de entrar al mundo editorial, primero como vendedor en una librería, ya en Monterrey, hasta crear la primera que llevaba su apellido, en 1974.

La crisis económica obligó al librero a cerrar la Librería Castillo en 2006, pero aún tenía interés por ese ámbito, al grado que decidió fundar un espacio dedicado a los niños, y por eso impulsó las obras para niños y jóvenes; incluso, se le considera como uno de los puntales del programa FIL Niños de la FIL Guadalajara.

Apenas el año pasado , en un homemanje, pronunció unas palabras que podrían ser el reflejo de tantas décadas dedicadas a este universo: “No sé qué hubiera sido de mí si hubiera tenido otro oficio, pero el mejor ha sido el libro”.