Milenio Hidalgo

Rajoy deja también presidenci­a del PP

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JJosé Antonio López/Madrid oder, que alguien pare, coño!”, pedía a los suyos el ex presidente de España Mariano Rajoy (Santiago de Compostela, 1955) al que se le escaparon un par de lágrimas tras un largo aplauso mientras anunciaba que después de 14 años deja la presidenci­a del conservado­r Partido Popular (PP) para que se inicie una renovación. “Durante 37 años he servido al partido en toda clase de cargos. Ninguno de esos cargos los he solicitado, por ninguno he peleado para desplazar a nadie, me he limitado a cumplir con mi deber. Y ahora pienso que ha llegado el momento de poner punto final. El PP ha de seguir avanzando bajo el liderazgo de otra persona. Es lo mejor para el PP, para mí y para España. Quiero daros las gracias por vuestra ayuda y en toda clase de circunstan­cias”, declaró en la sede de los populares.

Visiblemen­te emocionado, Rajoy confirmó que continuará militando en el PP y que se pondrá a disposició­n de la próxima dirección del partido que saldrá tras la realizació­n de un congreso extraordin­ario, con fecha por definir en estos días. “No me imagino mi vida sin el PP, es mi vida y quiero que siga siéndolo, y allí donde me encuentre seguiré con vosotros en la senda que el partido transite y desde el primer momento a la orden de quien elijáis y con la lealtad que mi conciencia me exige”, añadió.

En su intervenci­ón ante la prensa, antes de anunciar su marcha, Rajoy se refirió a los logros de su gestión en dos legislatur­as y media como presidente, antes de ser destituido el viernes tras conocerse la sentencia de la primera etapa de la trama corrupta Gürtel, que involucra a varios políticos del PP.

El que fuera delfín de José María Aznar, con quien prácticame­nte ya no se habla, aprovechó para atacar a su sucesor socialista, Pedro Sánchez. Aznar se ofreció ayer para ayudar a reconstrui­r el “centro derecha”.

Rajoy advirtió que España va a estar gobernada por “quien no ha ganado nunca unas elecciones” y que fue rechazado “sistemátic­amente” por los españoles.

Rajoy añadió que el líder socialista gobernará “de la mano de grupos populistas y el independen­tismo sectario. Este estigma acompañará a este gobierno hasta el final y también al PSOE”. Añadió que los socialista­s han “dilapidado” su herencia “con unos pésimos compañeros de viaje: los independen­tistas y Bildu, que no se nos olvide”.

La marcha de Rajoy permitirá la renovación del PP, pedida por un sector muy importante de esta fuerza que nunca se atrevió a decírselo a su jefe. Algunos líderes territoria­les del PP consideran que hay que aprovechar la ocasión para “actualizar” el discurso y “renovar equipos y mensajes”, ante los comicios autonómico­s y municipale­s de mayo de 2019.

El PP atraviesa una severa crisis y se siente amenazado por Ciudadanos (centro derecha), partido que le ha arrebatado varios de sus fieles votantes y que según algunas encuestas, de haber elecciones ahora las ganaría.

Para el relevo, hay un nombre que sobresale desde hace unos meses: el gallego, como Rajoy, Alberto Núñez Feijóo, uno de los pocos que ha hecho autocrític­a de todo lo sucedido en el PP en los últimos años.

Rajoy convocó la reunión de ayer con el Comité Ejecutivo Nacional del PP para aparenteme­nte fijar la hoja de ruta del futuro más inmediato del partido tras perder el poder luego de seis años y medio en el palacio de La Moncloa.

El siguiente escenario pasa por hacer consultas con los “barones” (presidente­s de comunidade­s autónomas) del PP para promover una sucesión ordenada en este momento de desánimo en el partido, tras prosperar la investidur­a del socialista Pedro Sánchez.

Otro asunto a resolver por el PP es la jefatura del grupo parlamenta­rio. La ex vicepresid­enta Soraya Sáenz de Santa María podría ser la nueva portavoz en el Congreso, como lo fue de 2008 a 2011.

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